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El último año, cerca de 300 obispos angoleños de la IURD se separaron del liderazgo brasileño, denunciando prácticas contrarias a la “realidad de Angola y de África” y acusando a la iglesia de evasión fiscal. Sus denuncias impulsaron a la Fiscalía General de Angola a abrir un proceso penal contra la IURD en diciembre.
El fiscal general de Angola, Álvaro Da Silva Joao, anunció el viernes la incautación de siete templos de la IURD en Angola.
"Esta medida se tomó porque en los registros hay suficientes indicios de la comisión de delitos tales como asociación delictiva, fraude fiscal, exportación ilícita de capitales, abuso de confianza y otros actos ilegales", dijo Joao en una declaración.
Las autoridades de la IURD no hicieron hasta el momento ningún comentario sobre la incautación de sus propiedades. Previamente, habían negado las acusaciones de los obispos angoleños, calificándolas de “difamatorias”.
Las tensiones escalaron en junio, cuando un grupo de exmiembros de la IURD tomó el mando de más de 80 templos en la capital Luanda y las provincias de los alrededores.
Fundada por el obispo evangélico brasilero Edir Macedo en 1977, la iglesia ha generado controversia por su presunta participación en actividades delictivas en todo el mundo, incluyendo redes de adopción ilegal en Portugal y otros países de habla portuguesa.
Macedo, quien amasó una gran fortuna gracias a la organización, fue arrestado en 1992 bajo cargos de charlatanería y estafa que luego fueron anulados.