El barco aguarda en alta mar desde hace una semana a que algún país le conceda puerto para desembarcar.
La seguridad de los migrantes y de la tripulación no puede ser garantizada, advirtió SOS Mediterranée.
El jueves, dos migrantes intentaron lanzarse por la borda, y el viernes se produjo otro intento de suicidio y una pelea entre varios rescatados, antes de la distribución del desayuno, según un periodista de la AFP a bordo.
"La situación a bordo se ha deteriorado a tal punto que la seguridad de los 180 rescatados y de la tripulación no puede ser garantizada", explicó la oenegé.
Los 180 migrantes fueron rescatados en cuatro operaciones entre los días 25 y 30 de junio. El Ocean Viking se encuentra en estos momentos ante las costas de Sicilia.
El comandante ha solicitado en siete ocasiones, a lo largo de la semana, permiso para desembarcar a Italia y a Malta, y ambos países han contestado con negativas.
Un grupo de 44 migrantes, entre ellos tunecinos, egipcios y marroquíes, se encuentra en una situación de "grave estrés psicológico" y la dirección del barco pide su evacuación médica inmediata.
Ese grupo habría protagonizado ya graves altercados a bordo.
"No me siento en seguridad, tenemos que encontrar un puerto", explicó a la AFP Ludovic, uno de los marinos más experimentados, quien aseguró que "nunca había visto tanta violencia" a bordo de un barco.
SOS Mediterranée opera en las aguas del Mediterráneo desde hace más de cuatro años, inicialmente con el barco Aquarius.