En total, la pandemia se ha cobrado más de 355.000 vidas en el mundo, tres cuartas partes de ellas en Europa y Estados Unidos. Estados Unidos superó el miércoles por la noche el umbral de 100.000 decesos por la covid-19, y encabeza con distancia la lista seguido por el Reino Unido (37.460) , Italia (33.072) , Francia (28.596) y España (27.118).
“Hay días en nuestra historia tan sombríos y tan desgarradores que quedan para siempre grabados en nuestros corazones como un duelo conjunto. Y hoy es uno de esos días”, reaccionó en Twitter Joe Biden, a punto de convertirse en el candidato demócrata que enfrentará a Donald Trump en las elecciones presidenciales.
Sin embargo, Estados Unidos no es el país más afectado en términos proporcionales ya que registra 303 casos por cada millón de habitantes, mientras que Bélgica, con 808 decesos por millón de habitantes, España (con 580) y el Reino Unido (con 552) son los tres países donde el nuevo coronavirus ha matado más, si se compara con su población.
En poco más de un mes, el número de muertos en el mundo se ha multiplicado por dos y en las tres últimas semanas ha habido más de 100.000 muertos por coronavirus. Las cifras son impresionantes pero solo reflejan una parte de la realidad ya que solo toma en cuenta las muertes de personas que habían sido oficialmente diagnosticadas. En países como Brasil o Estados Unidos, por ejemplo, los expertos calculan que los números reales son muy superiores.
En este momento, América Latina y el Caribe es la región donde la covid-19 mata más personas cada día. El 27 de mayo se registraron 1.891 muertos en la zona, frente a 1.262 en Estados Unidos y Canadá y 1.080 en Europa. El aumento del número de decesos en América Latina, que registra un total de 842.826 casos de los cuales 45.358 fallecieron, se debe a Brasil, que ya registra 25.598, México (8.597 fallecidos) y Perú (3.983).
Un duelo conjunto
El presidente estadounidense Donald Trump sigue presionando a gobernadores y líderes locales para reactivar la maltrecha economía, mientras su principal asesor médico, el inmunólogo Anthony Fauci, advirtió contra los peligros de un desconfinamiento apresurado. “Eso es realmente tentar al destino y buscar problemas”, dijo Fauci a la cadena de televisión CNN.
La pandemia golpea con especial saña al estado de Nueva York, el segundo más poblado del país, con un tercio de los decesos. Su gobernador, Andrew Cuomo, pidió ayuda a las autoridades del estado. “Estamos hablando de la vida de la gente. Hablamos de estados y de vecinos que necesitan una ayuda de verdad” , dijo.
Según cálculos realizados por los investigadores del universidad de Massachusetts, el número de muertes debería aproximarse a los 123.000 en el país de aquí al 20 de junio. La Casa Blanca estima que los decesos oscilarán entre 100.000 y 240.000. Tras ser considerado un modelo global en la forma de frenar el virus, Corea del Sur también es motivo de preocupación en este momento.
Este jueves sus autoridades informaron del mayor aumento de casos (79) en casi dos meses, debido a las infecciones detectadas en un almacén de una compañía de comercio electrónico cerca de Seúl. Por ello, el gobierno decidió restablecer las restricciones que que habían flexibilizado en estos días y se volvieron a cerrar museos y parques.
“Una larga meseta”
Con más de 210 millones de habitantes, Brasil totaliza 411.821 casos y 25.598 muertes por el virus, cifras alarmantes que para especialistas podrían ser hasta 15 veces superiores, debido a la ausencia de pruebas de diagnóstico. El gigante sudamericano es el segundo país con más casos de covid-19 en el mundo y el sexto en número de decesos.
El virus también alimenta una crisis política en el país, donde el presidente Jair Bolsonaro ha minimizado la amenaza de la pandemia y ha arremetido contra los gobernadores de los estados que han pedido a la gente que se quede en casa. En las favelas de Rio de Janeiro, donde los habitantes penan para mantener las medidas de higiene y seguridad exigidas en esta pandemia, las operaciones policiales de la “guerra” contra el narcotráfico siguen cobrándose vidas e interrumpen con frecuencia el trabajo humanitario que realizan líderes comunitarios, como el reparto de alimentos y productos de higiene.
Solo en abril, la policía del estado de Rio de Janeiro mató a 177 personas, un 43% más respecto a abril de 2019. “El gobierno precisa ser coherente porque al mismo tiempo pide que se cumplan las medidas de aislamiento social y envía su brazo armado para hacer estas operaciones, causando más tensión y aglomeraciones en esas comunidades” , dijo a la AFP Joao Luis Silva, miembro de la ONG Rio de Paz.
También en la región, Perú registró un récord de 6.154 nuevos casos de covid-19 en las últimas 24 horas y los contagios en el país llegan a 135.905, incluidos 3.983 muertos. Sus responsables aseguraron que el país ha pasado el pico de los contagios y está en una “meseta larga”.
“Es un descenso lento, gradual. Nosotros hubiésemos esperado que sea mucho más rápido, pero la dinámica de la epidemia es otra” , indicó el ministro de Salud, Víctor Zamora.
Nissan cierra su fábrica en Barcelona
Con la economía mundial paralizada, los estragos del coronavirus en las economías son devastadores y cada día se publican nuevos datos sobre empresas que cierran unidades o despiden a parte de sus trabajadores. Este jueves, el gobierno español anunció que el fabricante automotor japonés Nissan cerrará su planta en Barcelona, que emplea a unas 3.000 personas, como parte de un plan de reestructuración. Desde Japón, el grupo anunció unas pérdidas de 6.200 millones de dólares para el año fiscal que concluyó en marzo y unas previsiones de reducir su capacidad de producción en un 20% para responder a una demanda muy mermada.
En Londres, la aerolínea Easyjet anunció la eliminación de 4.500 empleos, es decir hasta el 30% de su personal, con el fin de preservar sus finanzas y adaptarse a un tráfico aéreo más limitado durante un largo periodo. El miércoles, la Comisión Europea presentó un plan de 750.000 millones de euros (825.000 millones de dólares) al Parlamento Europeo y a los Estados miembros del bloque, para ayudar a los países a enfrentar la crisis económica provocada por la pandemia con una combinación de préstamos y ayudas. La crisis sanitaria ha recrudecido la situación de los más vulnerables.
Según la oenegé Oxfam, la pandemia puede precipitar 500 millones de personas a la pobreza. Y un estudio conjunto de la oenegé Save the Children y Unicef advirtió que la pandemia podría empobrecer a 86 millones de niños aquí a finales de año.