"En algunos países se reanudaron las celebraciones litúrgicas con los fieles, en otros se está evaluando la posibilidad y en Italia a partir de mañana será posible celebrar la Santa Misa con el pueblo", recordó Francisco durante el rezo del Regina Coeli, que debido a la pandemia se realiza en la biblioteca del palacio apostólico y no asomado a la ventana ante la plaza de San Pedro.
Pidió que “por favor, respetemos las reglas, las prescripciones que nos dan para salvaguardar la salud de todos”.
Francisco también recordó a todos los niños que debido a la pandemia no han podido hacer la comunión este año y les invitó “a vivir este tiempo de espera como una oportunidad para prepararos mejor: rezando, leyendo el catecismo para profundizar en el conocimiento de Jesús, creciendo en bondad y en el servicio”.
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Desde mañana, y tras la petición de los obispos del país, se podrá volver a ir a misa en Italia bajo estrictas medidas de seguridad como los bancos distanciados y limitar el número máximo de fieles que pueden entrar y la obligación de guantes y mascarillas.
A la entrada también tendrá que colocarse un dosificador de gel desinfectante y se tendrá que desinfectar después de cada ceremonia y también todos los objetos utilizados durante la misma, como los micrófonos o atriles.
Para distribuir la comunión, el celebrante tendrá que desinfectar sus manos y usar guantes y una mascarilla, teniendo cuidado de no entrar en contacto con las manos de los fieles.
Un organista puede estar presente, pero no se permite un coro, así como tampoco se pueden distribuir los libretos con los salmos o canciones.
Las ofertas no serán recolectadas durante la celebración, sino depositadas por los fieles en contenedores especiales colocados en las entradas o en otro lugar que se considere adecuado.
Las pilas de agua permanecerán vacías y no se intercambiará el signo de la paz.
“Silenciar la vida religiosa”
Por otro lado, en nuestro país, el arzobispo de Asunción, monseñor Edmundo Valenzuela, durante el Tedeum, señaló que es urgente la reforma del Estado e instó a los políticos a acompañarla. También afirmó que el coronavirus condujo al “totalitarismo” del Estado, situación que amenaza con “silenciar la vida religiosa”.
Valenzuela apuntó que esta situación está convirtiendo al Estado en totalitario y señaló que esto amenaza a la libertad de los hijos de Dios. “Agradecemos a todos los que de una manera u otra están colaborando por la salud, en especial el personal de blanco. La situación de pandemia nos llevó a perder la libertad, don precioso de Dios. Nos estamos sometiendo, sin embargo, por miedo, a un sistema totalitario, donde el Estado emerge como el poseedor de la verdad y de la vida, de la seguridad y de la salud. Mientras tanto, el virus nos desestabilizó social, económica, culturalmente y hasta amenaza con silenciar la vida religiosa”, expresó.