En un comunicado, Europol señala que el caso salió a la luz cuando la policía federal judicial de la región belga de Flandes halló hasta nueve millones de imágenes y vídeos documentando el abuso de miles de menores en todo el mundo durante un registro domiciliario.
Las autoridades belgas nunca habían visto en circulación la amplia mayoría de este material, por lo que iniciaron la llamada “Operación Gargamel” junto a Europol en países de Europa y otros continentes.
Las imágenes obtenidas durante la investigación han permitido a Europol identificar a 70 víctimas y 30 sospechosos, mientras que la policía belga logró identificar a 40 víctimas más y otros 60 sospechosos, de los cuales 24 estaban en Bélgica.
Algunos sospechosos ya han respondido ante el juez en diferentes países: en Australia uno había sido condenado a quince años de cárcel y en otros cuatro han sido acusados este martes en un juzgado belga.
Europol espera más detenciones y rescates de menores víctimas de esta red de pederastia, ya que el grupo tenía vínculos en hasta cuarenta países y sus policías podrán ahora examinar el material compilado por Europol y la policía regional flamenca.