Las aglomeraciones están lejos de figurar entre las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS) para evitar el coronavirus. Tampoco lo están las actitudes y declaraciones de algunos dirigentes mundiales, como es el caso reciente de los mandatarios de México, Brasil o el Reino Unido.
Manifestaciones
El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, ignoró este domingo la contención en eventos sociales recomendada por las autoridades sanitarias y participó en una marcha en favor de su Gobierno y contra el poder Legislativo y Judicial. Alentó a miles de brasileños a salir a las calles, a pesar del riesgo de propagación, y se dio un breve baño de masas en Brasilia, donde le recibieron con gritos de “mito”.
Las críticas a la actitud del mandatario ultraderechista, que la semana pasada minimizó el impacto del coronavirus, vinieron de varios frentes. Joao Doria, el gobernador de Sao Paulo, la región más rica y poblada de Brasil, consideró que era “inadecuada e impropia”.
Un día antes, el Gobierno de Nicaragua, país que aún no contabiliza casos del virus, organizó una marcha multitudinaria denominada “Amor en tiempos del Covid-19”, en la que miles de simpatizantes sandinistas y trabajadores marcharon por la capital, Managua, pero sin la presencia de los convocantes y homenajeados, el presidente Daniel Ortega y su esposa y vicepresidenta, Rosario Murillo.
Nicaragua ha anunciado que no restringirá el ingreso al país, no ordenará cuarentenas ni prohibirá las actividades masivas recreativas. “Es preocupante lo que ocurre. Quienes están en el poder tienen desinformado al pueblo, no ofrecen ninguna credibilidad de estar preparados a nivel médico y exponen a la gente al peligro, organizando eventos y marchas” , expuso el influyente obispo Silvio Báez en las redes sociales, desde Roma, donde está exiliado.
En España, aún resuenan los ecos de la polémica por las multitudinarias marchas convocadas con motivo del Día de la Mujer, que reunieron el pasado 8 de marzo a 120.000 personas en Madrid, y a unas 50.000 en Barcelona, solo horas antes de que comenzasen a tomarse medidas que desembocaron en la declaración este domingo del estado de alarma en el cuarto país con mayor número de contagiados. La oposición criticó al Gobierno por alentar a la participación en la manifestación, en la que estuvieron la ministra de Igualdad, Irene Montero, y la esposa del presidente del Ejecutivo, Begoña Gómez, que en días posteriores dieron positivo en la prueba de contagio.
Elecciones
Una de las últimas acciones más polémicas del Gobierno francés ha sido mantener la celebración este domingo de la primera vuelta de las elecciones municipales, marcadas por la mayor abstención de la historia (votaron menos de la mitad de los franceses, en torno al 45 % según las estimaciones) apenas ocho horas después de que el Gobierno ordenara el cierre de todo establecimiento público “no indispensable”.
Con más de 5.000 contagios y 127 muertos en el país, los responsables de todos los partidos pidieron al Gobierno al cierre de las mesas que no se celebre la segunda ronda, prevista para el próximo sábado, en contraste con lo que algunos líderes políticos manifestaron el pasado jueves, cuando algunos insinuaron que el presidente, Emmanuel Macron, cometería un “golpe de Estado institucional” si retrasaba el escrutinio.
El primer ministro, Édouard Philippe, aseguró que a partir de hoy consultarán con científicos y partidos para tomar una decisión sobre la continuidad del proceso electoral y mostró su deseo de que se tome “por consenso”.
Conciertos y festivales
La celebración del macro concierto Viva Latino ha desatado la polémica en México, donde también destacó la actitud del presidente del país, Manuel López Obrador, que este sábado se dio un baño de masas con abrazos y besos en Ometepc. El mandatario publicó en las redes sociales una grabación besuqueando a una niña en sus brazos. Miles de usuarios arremetieron contra él por no extremar precauciones cuando en México se han confirmado ya 41 casos. Mientras, la Secretaría de Salud pedía no dar besos y abrazos para evitar propagar el virus y el Gobierno anunciaba el cierre de las escuelas y otras medidas contra la pandemia.
El mantenimiento este fin de semana de Viva Latino, considerado el festival de rock más importante de Latinoamérica, ha desatado una gran controversia, pues, aunque la participación fue menor que en otras ocasiones, unas 40.000 personas se reunieron para disfrutar de sus bandas favoritas como Guns N’ Roses y The Cardigans, aunque más de una docena de artistas cancelaron su presencia, entre ellas, Enrique Bunbury, She Wants Revenge, All Them Witches, Fangoria, Gustavo Santaolalla y Vetusta Morla.
En Francia, llamó la atención la concentración de pitufos del pasado día 7, cuando 3.500 personas se reunieron en la un aparcamiento exterior en la ciudad bretona de Landernau para batir el rércord Guiness y se recibieron numerosas críticas , en su mayoría procedentes de Italia, el país más afectado por el virus en Europa, con más de 1.800 muertos y 24.000 contagiados.
Reino Unido
En el Reino Unido, más de 300 científicos y investigadores de varios campos han reclamado al Gobierno de Boris Johnson que imponga medidas más drásticas de distanciamiento social para combatir el coronavirus, en una carta difundida este domingo, en la que sostienen que se evitarían más muertes si se aplicaran cuanto antes restricciones sociales masivas, como la prohibición de eventos o el cierre de escuelas.
“Con un crecimiento sin restricciones, este brote afectará a millones de personas en las próximas semanas”, advierten los signatarios. Ante las críticas a su estrategia, el Gobierno argumenta que, aunque las medidas drásticas de distanciamiento social “llaman la atención”, tienen menos impacto en primera instancia que otras más eficaces, como lavarse bien las manos y aislar a los contagiados.
El equipo médico-científico del Ejecutivo considera que es más eficaz reservar iniciativas de choque como el cierre de escuelas o comercios, que no son sostenibles durante mucho tiempo, hasta que se llegue a un punto determinado de infección, y así además se puede desarrollar inmunidad dentro de la sociedad. Muchos en el país creen que el Gobierno está priorizando la economía frente a la vidas humanas, cuando ya se cuentan 1.395 contagios y 35 muertos.