Con su emblemático pañuelo verde, las manifestaciones se concentrarán desde las 20H00 GMT frente al Congreso Nacional para reforzar la introducción de un proyecto de ley del Poder Ejecutivo para garantizar la interrupción voluntaria del embarazo. Algunos sindicatos, como el que agrupa a los empleados públicos, apoyaron la huelga de mujeres y las convocaron a un cese de actividades por 24 horas.
En su discurso ante la Asamblea Legislativa el 1 de marzo, el presidente Alberto Fernández había anunciado el envío de “una ley que legalice el aborto en el tiempo inicial del embarazo y permita a las mujeres acceder al sistema de salud cuando tomen la decisión de abortar”. En 2018 una iniciativa en ese sentido fue aprobada por la Cámara de Diputados en primer debate. Sin embargo fue rechazada en el Senado, de corte más conservador y bajo fuerte influencia de la Iglesia católica y otros credos que impulsaron movilizaciones en contra en el país natal del papa Francisco.
El expresidente liberal Mauricio Macri (2015-2019) había respaldado el debate parlamentario, aunque luego se declaró “en favor de la vida” . Su sucesor, un peronista de centroizquierda, llamó en cambio a terminar con “la hipocresía”, al instar a los argentinos a reconocer que “el aborto sucede, es un hecho”.
“En el siglo XXI toda sociedad necesita respetar la decisión individual de sus miembros a disponer libremente de sus cuerpos”, dijo Fernández ante el Congreso. La renovación parcial del Parlamento en la elecciones generales de diciembre y el respaldo abierto del Ejecutivo renueva las esperanzas de las feministas de lograr la aprobación de la ley por la que bregan desde hace más de una década.
“Tener un presidente que se pronuncia a favor es un logro de todas nosotras. Estamos expectantes a que se ponga la fecha de inicio al debate. Entendemos que es un momento histórico y tenemos que seguir organizadas en la calle”, dijo a la AFP Victoria Tesoriero, de la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto.
En América Latina, Argentina ha sido pionera en promulgar el matrimonio igualitario y una ley de identidad de género. En caso de aprobarse el aborto libre, sería el quinto caso en la región, después de Cuba, Uruguay, Guyana y la ciudad de México. Hasta ahora, el aborto se castiga con penas de entre uno y cuatro años de cárcel, excepto en casos de violación o de riesgo para la vida de la mujer.
Resistencia celeste
La influyente Iglesia católica realizó el domingo una misa concelebrada como parte de su campaña en contra de la aprobación de la ley. “Millones de argentinos y argentinas, creyentes y no creyentes, tienen la profunda convicción de que hay vida desde la concepción”, afirmó en su homilía el monseñor Oscar Ojea, en la Basílica de Luján ante miles de fieles que agitaban los pañuelos celestes que identifican a la oposición al aborto legal. “Es injusto y doloroso llamarlos antiderechos o hipócritas”, agregó en alusión a las palabras del presidente. Militantes feministas rechazaron esa postura, manifestándose frente a la Catedral de Buenos Aires adonde pidieron terminar con la tutela de la Iglesia en cuestiones del Estado.
Feminicidios en ascenso
La huelga nacional de mujeres busca también poner en el tapete los feminicidios. El domingo, en el Día Internacional de la Mujer, apareció el cuerpo sin vida de una joven de 25 años arrojado dentro de un aljibe en Paraná, en la provincia de Entre Ríos. La mujer había denunciado en reiteradas ocasiones a su expareja por violencia doméstica, estaba refugiada en un albergue junto a su hijo y había alertado a la policía que el hombre merodeaba el lugar pese a la orden de restricción que le impuso la justicia. Estaba desaparecida desde hacia una semana.
Según la ONG Casa del Encuentro, en 2019 hubo 299 feminicidios, 10% más que el año anterior, cuando se registraron 273 casos. En lo que va de 2020 suman ya 70 casos, según relevamientos de distintas ONG.