Más de 350 pasajeros de nacionalidad estadounidense que están a bordo del Diamond Princess podrán abandonar la cuarentena -siempre que no hayan dado positivo en los test del virus- y regresar a su país en dos vuelos chárter este mismo domingo, según la legación diplomática de Washington en Tokio.
“La prioridad del Gobierno de EE.UU. es la seguridad y el bienestar de sus ciudadanos”, señaló la Embajada en una carta dirigida a los interesados y publicada en su web, donde también se expresa “la profunda gratitud al Gobierno de Japón por trabajar diligentemente para controlar y contener la propagación” del nuevo coronavirus.
Washington ha solicitado el desembarco y repatriación de sus ciudadanos “ para cumplir con sus responsabilidades bajo sus reglas y prácticas ” y para “ reducir la carga sobre el sistema sanitario nipón”, según el documento.
El Diamond Princess fue declarado en cuarentena el pasado 3 de febrero con unas 3.700 personas a bordo, entre pasajeros y tripulantes, tras conocerse que un ciudadano honkgonés que había viajado a bordo estaba contagiado del COVID-19. Desde entonces las autoridades niponas han detectado otros 285 contagios del nuevo coronavirus -los últimos 67 casos anunciados hoy mismo- a bordo del crucero, cuya cuarentena para evitar la propagación del virus en principio está prevista hasta el próximo miércoles.
No obstante, las autoridades permitieron en la víspera la salida de pasajeros de mayor edad y con complicaciones de salud que estaban en el crucero y que dieran un resultado negativo en las pruebas para saber si están infectados con el COVID-19. Todos ellos fueron trasladados a un centro educativo de la prefectura de Saitama, al norte de Tokio, donde tendrán que observar la cuarentena fijada, según informó el Gobierno nipón.
Asimismo, todos los infectados del nuevo coronavirus detectados en el barco fueron trasladados a centros médicos conforme se iban conociendo los resultados de los test, mientras que el resto de pasajeros -entre los que hay japoneses y ciudadanos de otras 56 nacionalidades- debía permanecer a bordo hasta el fin de la cuarentena.
Tras abandonar el crucero, los estadounidenses serán sometidos a pruebas médicas y transportados en autobuses hasta los aviones que les llevarán a bases militares en EEUU, y allí deberán someterse a una cuarentena adicional de 14 días, según explicó la embajada en una carta dirigida a los interesados. La evacuación de los estadounidenses, que había sido adelantada por medios de ese país, ha sido confirmada conforme se incrementaban las críticas contra la gestión del caso del Diamond Princess por parte de las autoridades niponas.
Expertos sanitarios han mostrado su desacuerdo con la decisión de Japón de mantener aislados a bordo a todos los pasajeros, donde es más probable que se contagien el virus unos a otros, en lugar de distribuirlos en centros sanitarios durante la cuarentena. Algunos pasajeros, por su parte, han expresado sus quejas por la falta de medicamentos o por el deterioro de las condiciones sanitarias y de la limpieza a bordo, entre otras circunstancias, a través de mensajes colocados en el exterior de sus camarotes o desde las redes sociales.
Mientras, continúan detectándose nuevos casos de contagio del COVID-19 en territorio nipón, los últimos de ellos sin conexión directa con la provincia china donde se produjo el brote, Hubei.
Los últimos once contagios confirmados por el Ministerio nipón de Sanidad sitúan en 52 los infectados -sin contar los del Diamond Princess-, y afectan a tres trabajadores médicos o a sus familiares de un hospital de Wakayama (oeste de Japón) y a otras ocho personas en Tokio. De entre los casos del nuevo coronavirus en Japón, por el momento sólo ha fallecido una mujer de unos ochenta años residente en la prefectura de Kanagawa (sur de Tokio).