Sanders, a quien le gusta autodefinirse como socialista, llega como favorito al primer estado que vota con papeletas, después del caos del “caucus” de Iowa la semana pasada, donde Buttigieg se impuso por un estrecho margen.
Detrás se sitúan los otros candidatos que esperan dar la sorpresa y así impulsar sus candidaturas o evitar que estas naufraguen. El desempeño del exvicepresidente Joe Biden va a ser examinado con lupa, después de que el candidato que partía en cabeza en intención de voto a nivel nacional bajara por primera vez el lunes al segundo lugar, cediendo el liderato a Sanders, según una encuesta de la Universidad de Quinnipiac.
Según el promedio de encuestas en New Hampshire, Biden llega cuarto junto a la senadora progresista Elizabeth Warren, por detrás de la senadora moderada Amy Klobuchar. La pequeña localidad de Dixville Notch dio el pistoletazo de salida abriendo los recintos para votar a medianoche, tal y como lo hacen desde la década de 1960 para mostrar el fervor con que viven estas primarias. Pero la gran mayoría de los electores comenzará a votar a partir de las 06:00 hora local (11H00 GMT) y podrá hacerlo hasta las 20H00 (01H00 GMT del miércoles).
Una pugna para el deleite de Trump
La batalla por la nominación del Partido Demócrata que se mantuvo relativamente cortés, con un numeroso pelotón que disputa el liderato, comenzó a agriarse en las últimas semanas, bajo la mirada atenta de Trump, que disfruta burlándose de sus rivales.
El Mandatario, que aspira a un segundo mandato en las elecciones del 3 de noviembre, organizó el lunes por la noche un mitin en New Hampshire. “No se olviden, los demócratas de Washington nunca han sido más extremistas”, dijo el Mandatario a la entusiasta multitud.
En un momento en el que la carrera por las primarias comienza a decantarse, Sanders, el decano de la contienda con 78 años defiende su “revolución” política contra la desigualdad y llega como favorito en este estado, que es vecino del distrito del que es senador, Vermont.
“Lo que pase aquí va a tener enormes consecuencias”, dijo los últimos días a sus simpatizantes en New Hampshire. Y criticó a sus rivales más moderados fustigando que acepten donaciones de millonarios, al contrario que su campaña, que está batiendo récords de recaudación gracias a pequeños aportes individuales.
Al contrario, Buttigieg, exalcalde de South Bend de 38 años, defiende una política que califica como “realista” y a menudo se dirige a los votantes republicanos durante los debates.
Este veterano de la Guerra de Afganistán es también el primer candidato abiertamente homosexual con posibilidades de llegar a la Casa Blanca. Mientras Sanders aboga por una reforma profunda del sistema de salud en un país industrializado donde millones de personas no tienen seguro, Buttigieg critica los costos de este plan y afirma que su rival no sabe cómo financiarlo.
Detrás de estos dos candidatos, llega Biden, de 77 años que se presenta en los mitines como la mejor opción para derrotar a Trump. El excompañero de fórmula de Barack Obama prometió no abandonar la carrera sin importar lo que pase el martes, en una declaración que parecía admitir un revés.
Sin embargo, Biden confía en tener votaciones positivas ya sea en Nevada la próxima semana o en Carolina del Sur el 29. Esta estrategia podría estrellarse si Biden acumula derrotas que deriven en una sequía de fondos de campaña.
El surgimiento de Bloomberg
En su lucha por mantenerse vigente, Biden atacó el flanco más débil de Buttigieg, señalando su falta de experiencia a nivel nacional y apuntando a que su trayectoria se reduce a la gestión de una localidad de 100.000 habitantes.
Biden cuenta en su haber con la experiencia adquirida en el Senado y los ocho años que pasó en la Casa Blanca. Este mensaje hace eco en muchos electores. Después de asistir el domingo a un mitin en Nashua, New Hampshire, Katie Morgan, de 20 años, dijo a la AFP que le parecía un candidato “interesante”, pero que personalmente prefería a alguien con “un poquito más de experiencia”.
Biden también señala la reivindicación que hace Sanders del socialismo apuntando a que con un candidato más a la izquierda derrotar a Trump en las elecciones de noviembre sería “más complicado”.
Otra sorpresa de la encuesta publicada el lunes es el surgimiento de la candidatura del exalcalde de Nueva York Mike Bloomberg, que pasó de ocho a 15 puntos con una apuesta en la que ha invertido 260 millones de dólares de su fortuna personal.