MÉXICO. ”(El avión) se va a convertir en dinero, estamos considerando entregar premios a los 100 que ganen de 20 millones de pesos (1,06 millones de dólares) a cada uno, 2.000 millones (unos 106,5 millones de dólares)“, afirmó López Obrador en conferencia de prensa.
La decisión presidencial de conceder premios en efectivo quebrantó su idea original de rifar el avión presidencial, anuncio que tantos chistes generó en las redes sociales por aquello de buscarle estacionamiento o usarlo de casa ante la falta de vivienda.
Algunos ciudadanos, como Luis Pérez, siguen firmes en considerar que el sorteo ”es una barbaridad“, aunque se dijo dispuesto a comprar uno de los 6 millones de boletos de 500 pesos (unos 26,6 dólares) que serán puestos a la venta desde el 1 de marzo.
Para David González, empleado de una empresa privada, rifar el avión ”es una burla“ que no ”es coherente“.
”Es una ridiculez“ porque solo en guardarlo y darle mantenimiento ”se ha gastado más de lo que se destinaría a su uso“, apuntó.
”El avión lo hubiera ocupado él (López Obrador), porque es un presidente, para que viaje y para que salga, no para que lo rife ni para que lo venda. Era complemento del (cargo de) presidente, para viajar, si a Holanda o a Europa, y no como anda así, en carros“, declaró a Efe.
Jaime Castillo, trabajador educativo, se manifestó en total respaldo de la decisión presidencial de la lotería del avión, sobre todo porque el dinero será destinado a dotar de equipo a diversos hospitales.
La señora Dora María Marchena respalda a López Obrador en lo que llama ”situación trascendental“.
”Es un fenómeno consecuencia de erratas y algo que empieza mal; es muy difícil tener un resultado bueno, pero esperamos que todo salga bien para beneficio de los hospitales de México“, comentó.
Rocío Baeza dijo a Efe que el lujo de la aeronave es criticable ante la evidencia de que incluso presidentes de otros países y gente de menor rango ”considera que es muy costoso el avión“.
”Nosotros que (como país) seguimos en desarrollo, me parece un lujo de más“, añadió.
El respaldo entre los mexicanos en este tema quedó inclinado en favor de López Obrador con un 70%, en palabras de Alejandro Zamudio, quien además se declara informado de primera mano sobre la rifa.
”La rifa se va a hacer por los hospitales. La gente humilde va a tener, espero, más equipo para los hospitales, más bienestar para la gente. Creo que México está un poco más informado que antes. Hacían todo y jamás nos enterábamos; hoy sabemos de qué se trata“, apostilló.
Aunque la rifa sea o no un éxito, la preciada joya de la aviación presidencial, el avión que no tuvieron ”ni Obama ni Trump“, en palabras de López Obrador, seguirá en manos de la Fuerza Aérea Mexicana.
La lotería dejará una bolsa de unos 3.000 millones de pesos (unos 160 millones de dólares). La mayor parte se la llevarán los cien ganadores y otra se repartirá entre los vendedores de billetes y la Fuerza Aérea para darle mantenimiento al avión en los próximos dos años, explicó el presidente.
Y mientras la imagen del avión engalana los billetes de lotería y su equivalente monetario se reparte en el sorteo, la aeronave la conservará el Gobierno con la potestad de venderla si le aparece el comprador que le llegue al precio.
”Es decir, el avión sigue en venta, pero al mismo tiempo se resuelve el problema porque se pagan los premios. Lo que se obtenga de la rifa es para los hospitales y el avión tiene dos años de mantenimiento hasta que se venda. Pero al mismo tiempo que se mantiene mientras se vende, se va a poder rentar y ya hay un contrato de renta de un año“, explicó el presidente mexicano.
López Obrador les dijo a los mexicanos que solo el hecho de tener un billete de la rifa ”ya es historia“, y comparó los tiempos de los faraones egipcios con los anteriores gobiernos mexicanos que compraban grandes aviones mientras el pueblo se mantiene en la pobreza.
”Cómo se va a trasladar un presidente en un avión de lujo habiendo más de 60 millones de mexicanos en la pobreza", cuestionó el mandatario mexicano.