En la provincia centrooriental de Hubei, cuya capital es Wuhan (el epicentro del brote) , se han registrado hasta ahora 3.554 casos confirmados y 125 muertes. Millones de personas permanecen bajo una cuarentena ‘de facto’ en esa región para tratar de evitar la propagación del virus. Pese a la gravedad del brote, las cifras provisionales -insuficientes todavía para sacar conclusiones- muestran que tan solo algo más de un 2 % de los casos de neumonía de Wuhan acaban en muerte, mientras que en el caso del SARS -que causó 348 víctimas mortales en China- la cifra fue de casi un 10 %.
Lea también: La OMS eleva a “alta” amenaza mundial del virus, que causa 106 muertos en China
El SARS provocó además 167 muertes en el resto del mundo, mientras que el actual virus todavía no ha causado ninguna víctima mortal fuera de China. Eso sí, según los últimos datos oficiales, hasta la medianoche de ayer el número de pacientes en estado grave todavía se sitúa en 1.239, mientras que 103 personas ya han superado la enfermedad y han sido dadas de alta. El presidente de China, Xi Jinping, aseguró anoche que el coronavirus es “un demonio” y que las autoridades “no dejarán que se esconda” durante una reunión con el director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus.
Hospitales exprés
Y justo en el día en el que se han superado los casos del SARS, la televisión estatal CGTN reveló que las autoridades de Pekín han comenzado a rehabilitar el hospital de Xiaotangshan de la capital, construido en siete días en 2003 para hacer frente a aquella epidemia. Más de un millar de operarios comenzaron a trabajar ayer para reabrir sus puertas, ya que en 2012 había sido reconvertido en centro de rehabilitación después de que se pusiera en duda si era seguro seguir utilizándolo debido a la rapidez con la que había sido erigido. El de Xiaotangshan es el ejemplo que siguen en Wuhan para construir dos hospitales a contrarreloj que ayuden a aumentar el número de camas disponibles para pacientes del coronavirus.
En sus 51 días activo desde abril de 2003, pasaron por él 680 casos confirmados de SARS, de los que solo 8 murieron. Mientras tanto, la construcción en los dos ‘hospitales exprés’ de Wuhan avanza, y los medios estatales continúan afanándose en promocionar lo extraordinario de las obras, habilitando incluso cámaras en las que se puede seguir en directo su estado las 24 horas del día.
En un momento en el que medio mundo está atento de lo que ocurre en China y de la respuesta de las autoridades, algo positivo que pueden sacar de la situación es reforzar el mito de la “efectividad china” y de la capacidad de construcción de infraestructuras del país, una de las claves en su iniciativa global de las Nuevas Rutas de la Seda.
Nuevas medidas
Entre las últimas medidas tomadas por las autoridades, destacan la prohibición de erigir barricadas ilegales en las carreteras -surgieron en redes sociales vídeos de pueblos que empezaban a cerrar con arena sus accesos por carretera para impedir la llegada de forasteros que pudieran traer el virus consigo- o el cierre temporal de los lugares donde los ciudadanos podían depositar quejas sobre las instituciones.
Asimismo, resulta llamativo que las autoridades de un país que Reporteros sin Fronteras (RSF) considera el cuarto del mundo con menos libertad de prensa hayan ordenado a las cadenas de televisión por satélite que dejen de emitir tantos programas de entretenimiento y que, en su lugar, informen sobre la situación del coronavirus.
Pekín ha establecido un fondo de 4.400 millones de yuanes (634 millones de dólares, 576 millones de euros) para la lucha a nivel nacional contra la enfermedad, mientras que ha destinado al menos 1.500 millones de yuanes (216 millones de dólares, 196 millones de euros) extra a la provincia de Hubei para las tareas de prevención y control del coronavirus.
Un brote “altamente preocupante"
Mientras tanto, el virus continúa expandiéndose: según el último informe de situación de la OMS, actualizado ayer, se han confirmado 56 casos fuera de China en 14 países. Esto no incluye los 8 casos reportados en Taiwán, isla considerada tanto por Pekín como por la OMS parte de China. En la jornada de hoy, las autoridades de Emiratos Arabes Unidos confirmaron el primer caso registrado en ese país del coronavirus, el de una familia -no se confirmó el número de integrantes- procedente de Wuhan.
El carrusel de expertos sigue girando, con algunos que afirman que será más corto que el SARS -el jefe del equipo de investigación chino sobre la enfermedad, el reputado neumólogo Zhong Nanshan, predijo que el pico de casos se registrará de aquí a diez días- y otros más alarmistas que hablan de la posibilidad de que haya decenas de miles de infectados.
La OMS, por su parte, prefiere mantener la calma: “Aún queda mucho por entender del 2019-nCoV (nombre provisional del virus). El origen del brote y la extensión de su propagación todavía son desconocidos ” , recordó ayer la organización, que, no obstante, considera que el aumento de casos es “ altamente preocupante”.