El Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación con base en Nueva York (ICIJ, según sus siglas en inglés), fue el autor de la filtración en 2016 de documentos confidenciales sobre paraísos fiscales conocido como los “Panama Papers”.
El último episodio de la investigación, denominada “Luanda Leaks”, se centra en Isabel dos Santos, la hija del expresidente de Angola José Eduardo dos Santos que estuvo 25 años en el poder en el país petrolero africano.
La fiscalía de Angola congeló el mes pasado las cuentas y los activos de la empresaria de 46 años y de su marido, el congoleño Sindika Dokolo, lo que ella tildó de vendetta política sin fundamento.
“Basada en el análisis de más de 715.000 documentos, nuestra investigación pone en evidencia las fallas del sistema regulatorio internacional que permite a las empresas de servicios profesionales servir a los poderosos prácticamente sin hacer preguntas”, dice el ICIJ.
El grupo aseguró que un equipo de 120 periodistas en 20 países localizó las huellas de “cómo un ejército de firmas financieras occidentales, abogados, contadores, funcionarios gubernamentales y compañías de gestión ayudaron a (dos Santos y Dokolo) a esconder activos de las autoridades fiscales”.
Dos Santos recurrió a Twitter para refutar las alegaciones, lanzando una salva de una treintena de tuits en portugués e inglés, acusando a los periodistas que participaron en la investigación de contar “mentiras”.
“Mi fortuna está construida con mi carácter, mi inteligencia, educación, mi capacidad de trabajo, perseverancia”, escribió. También acusó de “racismo y perjuicios” a SIC-Expresso, una cadena de televisión y diario portugueses y miembro de ICIJ, “que recuerda a la era colonial de cuando un africano nunca podía ser considerado igual a un europeo”.
El abogado de Dos Santos desestimó la información de la ICIJ y la calificó de un “ataque coordinado” orquestado por los actuales dirigentes del país, en un comunicado del que se hizo eco el diario británico The Guardian.
Dos Santos dijo a la BBC África que la información es parte de una “caza de brujas” destinada a desacreditarla a ella y a su padre. La hija del expresidente dirigió la compañía nacional de petróleos de Angola Sonangol.
La revista Forbes estimó el año pasado su fortuna en unos 2.200 millones de dólares. El sucesor de su padre Joao Lourenco la obligó en 2017, poco después de asumir la presidencia, a dimitir de la compañía petrolera. Dos Santos dijo el miércoles que estaba considerando presentarse a la presidencia en la próxima elección en 2022.
Consultores occidentales
Según la investigación de la ICIJ, firmas de consultoría como PwC y Boston Consulting Group “aparentemente ignoraron las banderas rojas” cuando la ayudaron a esconder dinero público.
“Reguladores del mundo prácticamente ignoraron el papel fundamental que juegan profesionales occidentales en mantener la industria de los paraísos fiscales que permite lavar dinero y desviar fondos de las arcas públicas”, dice el informe.
Los documentos incluyen cartas que indican cómo los consultores buscaron formas de abrir cuentas bancarias no transparentes. Un documento confidencial supuestamente redactado por Boston Consulting en septiembre de 2015 muestra el complejo esquema que utilizó la compañía petrolera para desviar su dinero a paraísos fiscales. La investigación también publica una presentación similar de 99 páginas de KPMG. Ninguna de las compañías mencionadas ha reaccionado a la investigación.