La mujer, de rasgos asiáticos, se encontraba junto al resto de fieles tras las barreras de seguridad de la plaza, y cuando el Papa pasó frente a ella lo agarró de la mano y lo atrajo repentinamente hacia ella. Francisco trató inmediatamente de zafarse de la mujer y, tras lograrlo, le golpeó la mano en señal de reprimenda, visiblemente irritado, mientras sus agentes de seguridad se acercaban en su ayuda, aunque no tuvieron que intervenir.
El encontronazo se produjo en la plaza de San Pedro del Vaticano, adonde el Pontífice argentino llegó para visitar el árbol y el Portal de Belén instalados durante el periodo navideño. Fue instantes después de oficiar la última misa del año, la de las primeras vísperas de la Solemnidad de María Santísima Madre de Dios y de agradecimiento por el año 2019.