Decenas de tanques Abrams y de blindados Bradley llegaron por tren al terreno de ejercicios de Pabrade, cerca de la capital, Vilna.
El ministro lituano de Defensa, Raimundas Karoblis, declaró que el despliegue de cerca de 500 soldados estadounidenses,que se quedarán allí durante todo el invierno, probaba que la presencia estadounidense en el flanco este de la OTAN había dejado de ser un “tabú”.
“En primer lugar, es un mensaje a Lituania y a los países vecinos miembros de la OTAN de que los aliados están a nuestro lado”, declaró el ministro a la AFP. “También es un mensaje para Rusia, de que Estados Unidos está comprometido. Es un elemento de disuasión adicional”.
Ben Hodges, un excomandante de las fuerzas del ejército estadounidense en Europa, declaró que el despliegue era la “manifestación del compromiso estadounidense en continuar la disuasión en el flanco oriental de la OTAN”, coincidiendo con la retirada de las tropas estadounidense de Siria.
“Nadie, tampoco los rusos, debería albergar dudas sobre el compromiso de los estadounidenses en la OTAN, pese a que yo piense que salir de Siria es un error”, declaró Hodges por teléfono a la AFP.
Hace dos años, la OTAN desplegó un batallón multinacional de unos 1.000 soldados en Lituania, un país de 2,8 millones de habitantes.
La alianza instaló batallones similares en Estonia, Letonia y Polonia, con el objetivo de hacer frente a una eventual operación rusa en esta región, después de que Moscú se anexionara la península ucraniana de Crimea en 2014.