El secretario general de Naciones Unidas, Antonio Guterres, dijo estar “seriamente preocupado” por la evolución de la situación en el norte de Siria, urgió a “una reducción inmediata de las tensiones”.
En el comunicado también “exhortó a todas las partes a resolver sus problemas de manera pacífica”, llamó a “la máxima moderación” y a que cualquier operación militar respete a los civiles.
El secretario general igualmente expresó su preocupación por la posible liberación del combatientes del grupo yihadista Estado Islámico (EI). Y pidió acceso sin trabas para la entrega de ayuda humanitaria.
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En otro comunicado, la agencia de la ONU para la infancia (Unicef), estimó en 70.000 el número de menores entre los desplazados.
Tres centros médico, vehículos de emergencia y una escuela fueron blanco de ataques, en tanto una planta de tratamiento de agua potable que abastece a 400.000 personas quedó fuera de servicio, agregó Unicef.
“Mientras la violencia se intensifica, Unicef llama a todas las partes en conflicto y a los países que tengan influencia sobre ellas a proteger a los niños”, según el texto.