Las funciones ejecutivas de Vizcarra se afianzaron con la toma de juramento del nuevo Consejo de Ministros, que además incluyó a un exlegislador disidente del fujimorismo, el principal enemigo político de su régimen. Se hizo evidente, además, que la facción del Congreso dominada por el fujimorismo que se opone a la disolución del Legislativo tiene cada vez más un menor margen de movimiento legal y político.
Un gabinete que refresca el ambiente
Más allá de las discrepancias por la medida tomada por Vizcarra contra el Congreso, la designación del nuevo gabinete le permitió refrescar el ambiente político y demostrar que mantiene la iniciativa de Gobierno. El gobernante cambió el gabinete después de que el primer ministro Salvador del Solar dejara el cargo el lunes por considerar que el Congreso había denegado la confianza que solicitó para que se modifiquen los requisitos para la elección de los miembros del Tribunal Constitucional.
La decisión del Parlamento llevó a Vizcarra a disolver el Congreso y a convocar a elecciones legislativas para el próximo 26 de enero, una medida que cuenta con gran apoyo ciudadano pero ha sido recibida en rebeldía por una facción del parlamento que tiene al frente al expresidente del Legislativo, Pedro Olaechea.
LA MINISTRA MÁS JOVEN Y UN EXFUJIMORISTA
Entre los ministros designados por Vizcarra estuvieron la joven economista María Antonieta Alva, de 34 años, y el exlegislador disidente del fujimorismo Francisco Petrozzi, quienes asumieron las carteras de Economía y Finanzas, y de Cultura, respectivamente. El nuevo gabinete perdió la paridad de género que tuvo en los últimos tiempos, ya que ahora lo integran 11 hombres y 8 mujeres, destacó la designación de la ministra de Economía y Finanzas más joven de la historia de Perú. Vizcarra encargó, además el despacho de Cultura a Petrozzi, un conocido tenor lírico que llegó en 2016 al Congreso hoy disuelto en representación del partido fujimorista Fuerza Popular pero rompió sus vínculos con esa agrupación en 2018.
Cambios y ratificaciones
El embajador Gustavo Meza-Cuadra dejó la representación permanente de Perú ante las Naciones Unidas para jurar como Ministro de Relaciones Exteriores, mientras que en Defensa fue nombrado Walter Martos, un general retirado del Ejército doctorado en Gestión y Desarrollo. Vizcarra también recurrió a varios ingenieros, la profesión que ejerce, para ocupar otros cinco ministerios con un enfoque técnico.
En Agricultura y Riego fue nombrado Jorge Montenegro; en Energía y Minas, Juan Carlos Liu; en Transportes y Comunicaciones, Edmer Trujillo; en Vivienda, Construcción y Saneamiento, Rodolfo Yáñez, y en Desarrollo e Inclusión Social, Jorge Meléndez. Ocho ministros repitieron respecto al gabinete anterior, que se presentó en pleno y sonriente a la ceremonia para subrayar, en contra de lo que decía la oposición, su cercanía con Vizcarra.
Apoyo civil, oposición apagada
En la noche, miles de personas convocadas por organizaciones civiles, políticas y sindicatos marcharon en apoyo a la disolución del Congreso, que celebraron como “un triunfo popular”. “Y ya cayó, y ya cayó, el fujiaprismo ya cayó”, corearon en alusión a los integrantes de los partidos Fuerza Popular de la excandidata Keiko Fujimori y Aprista del fallecido expresidente Alan García, que ahora encabezan la facción de congresistas que se niega a aceptar la disolución.
Este grupo, que todavía no ha logrado movilizar ninguna marcha de apoyo, tuvo una jornada muy apagada. Sus representantes, desde el Palacio Legislativo donde acudieron como miembros de la Comisión Permanente, se limitaron a criticar a los nuevos ministros como “cómplices del golpe de Estado”, pero su actitud era cada vez más de desaliento.
En la mañana, en el único movimiento práctico que realizaron, enviaron al experto jurista Gonzalo Ortiz de Zevallos, a quien el lunes eligieron como magistrado del Tribunal Constitucional, a la sede del alto tribunal para reclamar su admisión como miembro de pleno derecho de la organización. Ortiz de Zevallos, quien es primo hermano del presidente de la Comisión Permamente y uno de los líderes del grupo de legisladores rebeldes, no fue recibido por nadie y se limitó a dejar un documento con su exigencia.