Este diario neoyorquino, que citó a una docena de funcionarios de la Casa Blanca bajo condición de anonimato, hizo una reconstrucción de las semanas que en marzo y abril condujeron a la reestructuración del Departamento de Seguridad Nacional, encargado de la política migratoria estadounidense. De acuerdo a este artículo, Trump, frustrado por el aumento del flujo migratorio en la frontera con México y por el fracaso de las estrategias hasta ese entonces adoptadas para frenarlo, propuso en privado una serie de medidas heterodoxas.
El presidente, por ejemplo, propuso complementar el muro en la frontera con un foso lleno de agua y repleto de caimanes y serpientes; un proyecto para el que hasta llegó a pedir un presupuesto a sus asesores según The New York Times. En ese contexto, Trump también quiso electrificar la barrera fronteriza o instalar en su parte superior púas que pudieran perforar el cuerpo humano.
Fue entonces cuando el presidente propuso disparar en las piernas a los inmigrantes para que no pudieran avanzar. Trump ya dijo en noviembre de 2018 que los militares desplegados en la frontera estaban autorizados a abrir fuego en caso de ser atacados por inmigrantes que en ese entonces participaban de una caravana procedente de Honduras. Esta vez, sin embargo, el presidente fue más allá al sugerir que se les disparara por el simple hecho de cruzar sin papeles la frontera.
Según las fuentes consultadas por The New York Times, en ambos casos los asesores tuvieron que aclarar a Trump que no estaba permitido disparar a los migrantes. Además de la reestructuración del Departamento de Seguridad Nacional con funcionarios de su confianza, Trump también salió con la idea de amenazar a México con aranceles para presionar al Gobierno de Andrés Manuel López Obrador en materia migratoria, algo que terminó haciendo semanas después. Su idea inicial había sido cerrar por completo la frontera, pero sus asesores lo convencieron tras días de reuniones de que era inviable.