Los talibanes “admitieron un ataque en Kabul que mató a uno de nuestros grandes grandes soldados y a otras 11 personas, tuiteó Trump, quien lamentó ese atentado cometido, según él, “para intentar conseguir una falsa ventaja” en las negociaciones.
Se trataba del segundo ataque de los insurgentes en unos días en la capital afgana, a pesar del “acuerdo de principio” que el negociador estadounidense, Zalmay Khalilzad, afirmaba haber cerrado con ellos durante unas negociaciones en Doha y que había presentado al presidente afgano, Ashraf Ghani, a principios de esta semana.
“¿Qué tipo de personas mata a tanta gente para lograr una aparente mejoría de su posición en las negociaciones? Han fracasado, ¡sólo han conseguido empeorar las cosas!” , tuiteó Trump.
“Preocupación” de Kabul
“Si son incapaces de aceptar un alto el fuego durante esas negociaciones de paz tan importantes, y están incluso dispuesto a matar a 12 inocentes, es que probablemente no tienen la capacidad de negociar un acuerdo significativo. ¿Cuántas décadas quieren seguir combatiendo?”, añadió el presidente estadounidense.
La administración Trump entabló hace un año negociaciones directas e inéditas con los talibanes, a los que las fuerzas estadounidenses habían expulsado del poder en la intervención militar iniciada a raíz de los atentados perpetrados por el grupo yihadista Al Qaida el 11 de septiembre de 2001.
Washington estaba a punto de cerrar un acuerdo para permitir el inicio de la retirada progresiva de los cerca de 13.000 soldados estadounidenses desplegados en Afganistán, a cambio de garantías por parte de los talibanes sobre una “reducción de la violencia” y el lanzamiento de negociaciones de paz directas con el gobierno de Kabul, una condición que los insurgentes siempre habían rechazado hasta el momento.
A pesar del optimismo estadounidense, el gobierno afgano había expresado esta semana su “preocupación” sobre el proyecto de acuerdo y había solicitado aclaraciones a Zalmay Khalilzad, que regresó el jueves a Doha para retomar las conversaciones con los talibanes.
El jefe de la diplomacia estadounidense, Mike Pompeo, confiaba en lograr un acuerdo antes del 1 de septiembre para que las negociaciones interafganas pudieran empezar antes de las presidenciales previstas el 28 de septiembre en Afganistán. Y Trump, que considera que el conflicto afgano ya costó demasiado dinero y vidas a su país, ha insistido varias veces en su voluntad de retirar las tropas estadounidenses antes de tratar de ser reelegido en noviembre de 2020.
Una parte de los observadores y de los miembros de la clase política estadounidense temían que, por las prisas del presidente, se firmara un “mal acuerdo” , a pesar del consenso sobre la necesidad de retirar los soldados de Afganistán. Pero el mandatario republicano dijo “no” este sábado, tal y como había renunciado en febrero a firmar un acuerdo con el dirigente norcoreano Kim Jong Un para la desnuclearización de Corea del Norte.