Macron, que pronunció un discurso ante los embajadores franceses reunidos en París para preparar el nuevo curso, se felicitó de la “movilización extremadamente rápida” del G7 para acudir en ayuda de los países de la Amazonía, que afrontan una ola de incendios particularmente destructora.
Explicó que la iniciativa, que presentó junto al presidente chileno, Sebastián Piñera, durante la cumbre del Grupo de los Siete (G7) países más desarrollados finalizada ayer en Biarritz (Francia) “responde a una necesidad de urgencia con la movilización de medios” contra el fuego y, sobre todo de fondos para la reforestación.
“Sobre esa cuestión, he notado las inquietudes, sin duda las torpezas, de algunos dirigentes que consideran que en el fondo la soberanía es agresividad”, señaló sin nombrar a nadie.
Una alusión apenas velada a Bolsonaro, cuyo Gobierno ha rechazado esa iniciativa en nombre de su soberanía.
El presidente francés dijo que el suyo es un país soberano, pero cuando hay un acontecimiento “aceptamos la solidaridad internacional”.
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Sobre todo, hizo notar que la selva amazónica se extiende por nueve países y que hay que desarrollar los mecanismos de solidaridad acordados en el G7 para que puedan beneficiarse lugares como Colombia pero también las regiones brasileñas que lo quieran.
Además, quiso dar más perspectiva a sus mensajes de los últimos días para que se actúe con urgencia frente a los incendios de la Amazonia.
Señaló que como cuando se habla del Ártico, del Antártico o de las selvas africanas, son “bienes comunes geográficos, inseparables de nuestra biodiversidad y de la cuestión climática”.
Macron indicó a sus embajadores que hay que reactivar la diplomacia francesa en el trabajo por los nuevos derechos internacionales medioambientales.