“La cartografía que hemos establecido muestra que el autor del ataque ponía las miras en la extrema derecha”, declaró un responsable de la policía de Oslo, Rune Skjold, respecto al sospechoso, un noruego de unos 20 años.
“Tenía posiciones xenófobas, quería sembrar el terror”, agregó en una rueda de prensa.
El ataque contra el centro islámico Al Noor, el sábado en Baerum, una zona residencial en los alrededores de la capital noruega, dejó un herido leve.
Horas después del ataque, la policía halló el cadáver de una joven en una vivienda en Baerum. Esto hizo abrir una investigación por asesinato en relación al tiroteo en la mezquita.
Este domingo, la policía confirmó que la joven muerta era la hermanastra de 17 años del agresor de la mezquita.
Interrogado durante la noche por los investigadores, el sospechoso se negó a dar explicaciones. “Hemos concluido que estamos ante un caso de intento de acto terrorista”, indicó Skjold.
El sospechoso irrumpió en la mezquita con varias armas y abrió fuego en el interior, donde había tres fieles. Un individuo logró controlar al agresor antes de la llegada de las fuerzas de seguridad.
Un mensaje que el supuesto autor habría difundido en un foro de internet poco antes del ataque habla de una “guerra de razas”, y rinde homenaje al ataque contra dos mezquitas en marzo en Nueva Zelanda, en el que murieron 51 personas.
Este mensaje, sin embargo, no se ha podido autentificar por el momento.
Seguridad reforzada para el Aid
Este tiroteo tiene lugar en un contexto de aumento de los ataques llevados a cabo por supremacistas blancos, como el de Christchurch en Nueva Zelanda o en El Paso en Estados Unidos.
El autor de la matanza de Christchurch escribió manifiesto lleno de odio en el que explicaba estar influenciado por ideólogos de extrema derecha, entre ellos el asesino neonazi noruego Anders Breivik.
Breivik mató a 77 personas el 22 de julio de 2011, al hacer estallar una bomba en la sede del gobierno en Oslo y abriendo fuego luego en un encuentro de jóvenes laboristas en la isla de Utoya. Acusaba a sus víctimas de fomentar el multiculturalismo.
Este nuevo hecho provoca temor en la minoría musulmana de Noruega, que comenzaba el domingo las celebraciones de la fiesta de Aíd Al Adha.
“El ataque terrorista en Baerum es el resultado de un odio duradero contra los musulmanes que pudo expandirse en Noruega sin que las autoridades tomen en serio esta evolución”, denunció el Consejo Islámico de Noruega, organización que representa a los musulmanes en el país.
La policía noruega publicó en su sitio web un comunicado anunciando el refuerzo de las medidas de seguridad con motivo de esta celebración, imponiendo que las patrullas salgan armados, lo que no ocurre habitualmente.
El tiroteo es “un ataque directo contra los musulmanes noruegos”, “contra la libertad de religión” y “contra Noruega porque era un ataque contra noruegos con raíces en otros países”, dijo la primera ministra, Erna Solberg, en Facebook.
“Hoy estamos junto a los musulmanes noruegos en nuestra condena del ataque”, agregó.
Según las estimaciones oficiales, Noruega contaba en 2016 con unos 200.000 musulmanes, lo que representa cerca del 4% de la población total del país.