“Esperamos mostrar a la gente toda la belleza y la estética del Spitfire, es el aparato más majestuoso que existe”, declaró a la AFP Steve Brooks, uno de sus pilotos. El avión, de 76 años de antigüedad, despegará del aeródromo de Goodwood, cerca de la costa meridional de Inglaterra, para un periplo de cuatro meses y 43.500 km. Brooks, de 58 años, y Matt Jones, de 45, quienes tienen una escuela de vuelo, pilotearán el “Silver Spitfire” por una treintena de países.
Los Spitfire jugaron un papel crucial en la batalla de Inglaterra, cuando Reino Unido combatía la amenaza de una invasión de la Alemania nazi. Para Brooks, “representa la libertad de la humanidad”.
Con esta vuelta al mundo, Brooks y Jones quieren rendir homenaje a quienes diseñaron, construyeron y pilotearon el Spitfire. De los 20.000 aparatos construidos, quedan menos de 250, de los cuales sólo unos 50 están en condiciones de volar, la mayoría basados en Reino Unido.
Pirámides y Gran Cañón
El avión se dirigirá primero a Escocia, antes de atravesar el océano Atlántico pasando por las islas Feroe, Reikiavik, Groenlandia y las regiones alejadas del norte canadiense. La expedición, en gran parte financiada por un fabricante de relojes suizos, comprenderá alrededor de 90 etapas a través de América del Norte, Asia, el Medio Oriente y Europa. El avión sobrevolará varios sitios emblemáticos del mundo: el Gran Cañón (Estados Unidos), el Monte Fuji (Japón), y monumentos históricos de Egipto y Grecia.
También pasará por la Gran Muralla China y aterrizará en la “ciudad rosa” de Jaipur, India. “Ver el Silver Spitfire por encima del Golden Gate, de la estatua de la Libertad o de las pirámides de Guiza será fantástico”, celebra por adelantado Brooks.
“Una verdadera alma”
Para Brooks, volar en un Spitfire es una experiencia única. “Es una de las sensaciones más increíbles. Una vez que estás dentro, eres parte del él. Es como conducir un automóvil de colección. Tiene una verdadera alma".
El avión es propulsado por un poderoso motor V12 Rolls-Royce Merlin de 27 litros: “El ruido del motor te resuena por todo el cuerpo”, describe Brooks, primer piloto que voló de un polo a otro en helicóptero. Pero es un desafío.
“Es una buena tecnología antigua” que requiere pilotar “por instinto”, explicó. El avión debe volver a Goodwood el 8 de diciembre. Fue construido en 1943 y participó en 51 misiones de combate, escoltó bombarderos y bombardeó blancos en las costas francesas.
Estaba guardado en un museo antes de ser rehabilitado. Sus 80.000 piezas fueron desmontadas, verificadas y reparadas. “Es una perfecta pieza de plata, que vuela por el cielo”, dice Brooks, al referirse al color brillante con el que quedó tras retirarle la pintura militar.