Los asuntos económicos son los que dominan en los discursos de los principales candidatos opositores, que apuntan así al flanco más débil del presidente argentino, Mauricio Macri, quien aspira a la reelección en el difícil escenario de recesión al que ingreso el país en abril de 2018.
“La economía está mal. No hay un solo indicador que esté bien”, aseveró días atrás el peronista Alberto Fernández, candidato presidencial por el Frente de Todos y principal electoral de Macri, según las encuestas. Fernández, exjefe de Gabinete de Néstor Kirchner (2003-2007) y Cristina Fernández (2007-1015), quien lo secundará como candidata a vicepresidenta, cuestiona el enfoque de las políticas de Macri que, a su juicio, promueven la especulación financiera en desmedro de la producción.
Critica las medidas para contener artificialmente la cotización del dólar –que cerró este viernes en 45,60 pesos por unidad– y promete que, de ser presidente, dejará de pagar a los bancos los altísimos intereses –cercanos al 60%– que el Banco Central les abona por la colocación de Letras de Liquidez (Leliq), un instrumento clave en la política monetaria de Macri para intentar bajar la inflación.
Fernández, además, quiere renegociar las condiciones del acuerdo que Macri firmó en 2018 con el Fondo Monetario Internacional (FMI) para un auxilio por 56.300 millones de dólares, bajo el compromiso de un fuerte ajuste fiscal. En este marco, desde el FMI han respaldado las políticas de Macri e insisten en que el próximo gobierno deberá avanzar con reformas laborales, tributarias y del sistema de jubilaciones, algo que Fernández no ve con buenos ojos.
“Podemos mentirle a la gente y decirle a la gente que la economía está tranquila porque el dólar no se mueve. Yo digo estas cosas y me responde el Fondo. Hay que pegarle al chancho (cerdo) para saber dónde está el dueño. Yo lo critico a Macri y me contesta el Fondo”, disparó Fernández el pasado martes.
El economista Roberto Lavagna, candidato a presidente por el frente opositor Consenso Federal, también cuestiona la marcha de la economía, que en 2018 cayó un 2,5% y en los primeros cinco meses del año acumuló una bajada del 3,1%, aunque en mayo ya se vieron algunos atisbos de leve recuperación. “No hay en el mundo economía de este tamaño que durante ocho años no haya crecido. Incluso en los dos últimos años ha decrecido”, observó este jueves Lavagna, de origen peronista.
Quien fuera ministro de Economía entre 2002 y 2005 y en gran parte artífice de la recuperación tras la severa crisis de 2001 cuestionó al gobierno de Cristina Fernández por incentivar el consumo pero descuidar la producción y desatar el “flagelo de inflación”.
Pero también criticó a Macri, quien llegó a la Casa Rosada a finales de 2015, por considerar “populista” el aliento al consumo y pretender hacer crecer la economía“ por el lado e la lluvia de inversiones”, que nunca llegaron. A su juicio, Argentina necesita incentivar el consumo poniendo dinero “en el bolsillo a los argentinos” mediante el aumento del salario mínimo y la eliminación o reducción de ciertos impuestos, y, al mismo tiempo, alentar la inversión productiva y buscar acuerdos para bajar la inflación, que en 2018 fue del 47% y en el primer semestre de este año acumuló un alza del 22,4%.
Macri no oculta las “dificultades” que en Argentina -con un tercio de la población bajo la línea de la pobreza- se viven por la crisis, pero defiende sus políticas de “cambio” tras doce años y medio de kirchnerismo en el poder, una serie de medidas de apertura económica que, según el mandatario, son apenas la “base” para una “segunda etapa” de transformaciones.
Con la economía en mente, un total de 33.841.837 electores acudirán a las urnas el próximo día 11 para votar entre nueve fórmulas presidenciales, las cuales necesitarán obtener al menos el 1,5% de los votos para quedar habilitadas para competir en los comicios generales del 27 de octubre. Según las últimas encuestas, que desde este sábado ya no podrán publicarse en los medios, hay un escenario de paridad entre Macri y Fernández, con un leve sesgo a favor de este último.