En un oficio enviado a la Comisión de Valores Mobiliarios de Brasil (CVM), el ministo de Minas y Energía, Bento Albuquerque, comunicó que Bolsonaro “autorizó a que se profundicen estudios para que el proceso de desestatización de Eletrobras se dé a través de un aumento del capital social, mediante suscripción pública de acciones o de eventual empresa resultante del proceso de reestructuración”.
El comunicado explica que el proceso de privatización de la mayor generadora de energía de América Latina deberá recibir el aval del Congreso, sin dar más detalles. El gobierno brasileño está llevando cabo un ambicioso plan de privatizaciones y de recortes fiscales para sanear las cuentas públicas y recuperar la confianza de los inversores.
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Esas medidas pretenden dar un impulso a una economía que después de dos años de recesión (2015-2016) creció apenas 1,1% tanto en 2017 y 2018, con 12,8 millones de desocupados. Para 2019, las expectativas no cesan de degradarse. Según el ministerio de Economía, Brasil cuenta con 134 empresas estatales, 88 de ellas consideradas filiales.
Eletrobras tiene 30 subsidiarias. El gobierno anterior, del expresidente Michel Temer (2016-2018) inició la venta de varias distribuidoras de la estatal.