“Maduro nunca volverá a gobernar ese país. Eso no va a ocurrir. Puede mandar, puede tener el control de los militares en algún nivel, pero nunca volverá a gobernar a ese pueblo”, declaró enfático Pompeo.
“La OEA (Organización de Estados Americanos), el Grupo de Lima, nuestros socios europeos y Estados Unidos, 54 países, hemos dejado claro que el régimen de Maduro está acabado y es solo una cuestión de tiempo para que todos juntos ayudemos al retorno de la democracia y a recuperar su economía”, dijo.
Pompeo participó en Buenos Aires en la segunda conferencia hemisférica contra el terrorismo. La capital argentina será a la vez sede el próximo martes de una reunión del Grupo de Lima, que conforman Canadá y una docena de países latinoamericanos para concertar una postura común frente a la crisis venezolana.
Venezuela atraviesa la peor crisis de su historia moderna. La escasez de bienes básicos e hiperinflación ha empujado desde 2015 a más de 3,3 millones de personas a dejar el país. Argentina ha acogido a más de 130.000 venezolanos.
En sus declaraciones, Pompeo elogió “el compromiso de Argentina con el proceso democrático” de Venezuela y su “gran generosidad” con los migrantes de ese país. “El mundo los admira por esa generosidad, al igual que yo”, dijo.
“Más allá de Venezuela, Estados Unidos seguirá trabajando con Argentina para condenar al régimen (del presidente Daniel) Ortega por su campaña de violencia y represión, y continuará la larga lucha para impulsar la democracia en Cuba”, añadió.
Estados Unidos es el principal apoyo del líder opositor Juan Guaidó, mientras que Maduro tiene el respaldo de Rusia, China y Cuba.
Delegaciones de Maduro y de Guaidó avanzan, con mediación de Noruega, en un diálogo en Barbados, donde instalaron una mesa permanente de conversaciones reservadas.
La oposición busca en las negociaciones la salida de Maduro y una nueva elección, al considerar que su segundo período, iniciado en enero pasado, resultó de comicios fraudulentos.