Alexandria Ocasio-Cortez (Nueva York), Ilhan Omar (Minnesota), Ayanna Pressley (Massachusetts) y Rashida Tlaib (Michigan) forman parte de esas nuevas caras que permitieron a los demócratas retomar el control de la cámara baja del Congreso tras las elecciones de mitad de período de noviembre pasado. Las cuatro combaten al magnate republicano con sus mismas armas -las redes sociales- y pretenden que el partido adopte sus propuestas progresistas, resistidas por los viejos referentes demócratas, más centristas.
Hija de un estadounidense y de una portorriqueña, Ocasio-Cortez, quien creció en el neoyorquino barrio del Bronx, es, con 29 años, la benjamina de la cámara. “AOC” se dice “socialista” , una idea que en Estados Unidos está sumamente escorada a la izquierda, y difunde ampliamente su mensaje gracias a sus 4,7 millones de seguidores en Twitter. Es la más carismática en este grupo de mujeres y se le vaticina un futuro cierto en la política estadounidense.
A mediados de junio, “AOC” desató la polémica al comparar los centros de detención de inmigrantes en la frontera con México con “campos de concentración” y al calificar de “fascista” a la presidencia estadounidense. Sus detractores la acusan de “ensuciar la memoria” de las víctimas del Holocausto. Su proyecto de impuesto a los más ricos, de un control más estricto a los bancos y sus críticas a la “tibieza” del plan climático del exvicepresidente Joe Biden, aspirante presidencial demócrata, suscitan resistencia en su propio partido.
Boicot y antisemitismo
Omar y Tlaib, las dos primeras mujeres musulmanas en ingresar al Congreso, son habitualmente acusadas de antisemitismo desde que adhirieron a una campaña internacional de boicot a Israel (BDS). Omar, de 37 años, que lleva el velo islámico, realizó comentarios sobre Israel juzgados antisemitas por numerosos legisladores, incluso demócratas. La diputada denunció en febrero que varios legisladores defienden a Israel por interés financiero. Hija de refugiados somalíes llegados a Minnesota cuando ella tenía 12 años, Omar negó que sus declaraciones fueran antisemitas y pidió disculpas a quienes así lo consideraran.
En marzo, había sido acusada de minimizar los atentados del 11 de septiembre de 2001, los más mortíferos que han tenido lugar en suelo estadounidense. Trump publicó entonces en Twitter un video en el que se asocian declaraciones de Omar a imágenes de las torres gemelas de Nueva York devoradas por las llamas. El lunes, el presidente volvió a acusarla de respaldar a Al Qaida. Tlaib, de 42 años, nació en Detroit en el seno de una familia palestina. Esta exabogada que hizo del reclamo de destitución de Trump el eje de su campaña en el estado de Michigan, defendió en enero la campaña BDS, asegurando que en Estados Unidos el boicot “es un derecho”. “Es parte de nuestro combate histórico por la libertad y la igualdad”, agregó.
Pressley, de 45 años, es la primera mujer negra en representar al estado de Massachusetts en Washington. Integra, junto a Tlaib y Ocasio-Cortez, la poderosa comisión de finanzas de la cámara baja. Fervorosa detractora de la política de inmigración de la administración Trump, denunció las condiciones en que los migrantes centroamericanos son retenidos en los locales de la policía fronteriza. Están en “jaulas” , dijo. Según Pressley, el “escuadrón” no se limita a las cuatro legisladoras. “Nuestro escuadrón incluye a toda persona que se consagre a la construcción de un mundo más justo y más equitativo”, dijo el lunes.