El “HMS Duncan” se dirige al Golfo para relevar a la fragata “HMS Montrose” en el lugar y seguir garantizando la “libertad de navegación” en esta zona, dijo un portavoz del ejecutivo británico.
Esta rotación, que estaba programada, fue adelantada, agregó una fuente de defensa, que no precisó cuánto tiempo permanecerán las naves en la región.
Según una fuente gubernamental, el ejecutivo elevó también el martes su escala máxima de alerta en aguas territoriales iraníes para los buques británicos, y dio recomendaciones de seguridad a compañías que operan en la región.
La tensión en torno al estrecho de Ormuz, por el que transita casi un tercio de los envíos marítimos de crudo, se agudizó en las últimas semanas desde los ataques de origen desconocido contra petroleros y la destrucción de un dron estadounidense por Irán.
“Irán debería tener cuidado. Se está adentrando en un territorio muy peligroso”, declaró este viernes el presidente estadounidense Donald Trump a periodistas en Washington.
Teherán, acusado por Washington de estar en el origen del sabotaje de los petroleros, negó toda responsabilidad, y denunció por su parte la intención de Estados Unidos de “causar un shock petrolero” mediante la imposición de sanciones severas y un embargo a sus exportaciones de crudo.
Detenciones en Gibraltar
Un nuevo incidente se agregó el miércoles cuando la marina militar iraní intentó el miércoles por la noche, según Reino Unido, “impedir el paso” de un petrolero británico, el “British Heritage”, en el estrecho de Ormuz.
El “HMS Montrose”, que llegó a su rescate, debió “lanzar advertencias verbales” a los barcos iraníes para que se retiraran, agregó. Los Guardianes de la Revolución, ejército de élite del régimen de Irán, negaron toda confrontación reciente con naves extranjeras.
Este incidente ocurre después de que el presidente iraní Hasan Rohani advirtió el miércoles a Londres con “consecuencias”, luego de que Reino Unido interceptó a un petrolero iraní, el “Grace 1”, en Gibraltar.
De 330 metros, este petrolero fue interceptado el 4 de julio por la policía y las aduanas de Gibraltar, asistidas por un destacamento de la Marina Real británica, frente a este territorio británico situado en el extremo sur de España.
Gibraltar sospecha que trató de entregar petróleo a Siria en violación de las sanciones europeas contra el régimen de Bashar al-Asad, lo que Teherán niega, denunciando el hecho como un acto de “piratería”.
El buque contenía 2,1 millones de barriles de crudo, su capacidad máxima, indicó este viernes el jefe del gobierno del territorio británico, Fabian Picardo. El viernes, la policía de Gibraltar arrestó a dos oficiales del petrolero, y precisó que son de nacionalidad india, como el capitán y el primer oficial detenidos el jueves.
Coalición internacional
Las tensiones en la región del Golfo se han intensificado desde que Estaos Unidos se retiró en 2018 del acuerdo nuclear firmado entre Irán y las grandes potencias en 2015 en Viena.
Washington confirmó el jueves su intención de formar una coalición internacional para escoltar a los buques comerciales en el Golfo. Esta operación internacional debería ejecutarse “en las próximas semanas”, declaró el general Mark Milleya ante una comisión del Senado estadounidense.
Pero algunos dirigentes europeos parecen reticentes a comprometer medios militares en esta región donde la menor escaramuza puede degenerar en conflicto abierto.
“Francia nunca está obligada a seguir a un aliado en un conflicto”, declaró el jueves el general François Lecointre, jefe del Estado mayor francés.
París “está en una lógica de desescalada” intentando salvar el acuerdo nuclear, del cual Teherán se liberó parcialmente hace poco, subrayó a la AFP una fuente gubernamental.