Según el ministro español de Exteriores, Josep Borrell, la captura del barco obedeció a “una petición que han dirigido los Estados Unidos al Reino Unido”.
Este hecho ocurrió apenas días después del anuncio iraní de que excederá el límite de uranio enriquecido fijado por el acuerdo internacional de 2015, en el contexto de fuertes tensiones con Washington que hacen temer un conflicto en la región estratégica del Golfo.
En reacción a la detención del barco bautizado Grace 1 de bandera panameña, el gobierno iraní convocó al embajador británico en Teherán para denunciar “la intercepción ilegal de un petrolero iraní”, según un portavoz del ministerio de Relaciones Exteriores.
Las autoridades de Gibraltar no especificaron el origen del crudo, pero la publicación especializada en transporte marítimo Lloyd’s List indicó que el barco cargó el petroleo en Irán en abril. Según Marine Traffic, navegó alrededor del continente africano y entró al Mediterráneo, donde fue detenido el jueves.
Sanciones internacionales
“Tenemos razones para creer que Grace 1 llevaba su carga de petróleo crudo a la refinería de Banias en Siria” propiedad “de una entidad sujeta a las sanciones de la Unión Europea contra Siria”, explicó en un comunicado Fabian Picardo, jefe de gobierno de Gibraltar.
Damasco ha sido objeto desde que comenzó el conflicto en 2011 de sanciones internacionales, que impactan sobre todo su sector petrolero. En noviembre, el Tesoro estadounidense amenazó con sancionar a personas o sociedades que entreguen productos petroleros al gobierno sirio.
El primer ministro sirio, Emad Khamis, anunció después que los envíos de petrolero iraní se habían detenido. Según Damasco, su sector de hidrocarburos sufrió desde 2011 pérdidas estimadas en 74.000 millones de dólares.
La tarde del jueves, la tripulación del carguero, estacionado al este de Gibraltar, fue interrogada por las autoridades del territorio británico localizado al extremo sur de España.
Soberanía
El buque, de 330 metros de eslora, fue detenido a primera hora del jueves por la policía y agentes de aduana de Gibraltar, asistidos por un destacamento de los Royal Marines británicos.
Fue abordado a cuatro kilómetros al sur del “Peñon” en una zona utilizada por las embarcaciones para cargar suministros, principalmente alimentos, que Gibraltar considera aguas británicas. Una afirmación cuestionada por España, que reivindica su soberanía sobre el territorio y considera las aguas como españolas.
“Estamos viendo de qué manera afecta a nuestra soberanía, debido a que se ha producido en unas aguas cuya soberanía entendemos que es de España”, dijo el ministro Borrell a periodistas.
El Ministerio británico de Asuntos Exteriores saludó en un comunicado “esta acción firme de las autoridades gibraltareñas, que actuaron para hacer cumplir el régimen de sanciones europeas contra Siria”.
Fabian Picardo dijo haber “escrito a los presidentes de la Comisión el Consejo europeos para comunicarles los detalles de las sanciones que tuvimos que hacer respetar”.
Contactada por la AFP, la Comisión Europea rehusó hacer comentarios.