La UE y el Mercosur (Brasil, Argentina, Paraguay y Uruguay) cerraron el viernes en Bruselas un acuerdo de asociación que llevaban negociando durante veinte años y que supone el mayor pacto comercial jamás alcanzado por ambas partes, al crear un mercado de 780 millones de consumidores.
La noticia sorprendió al mercado brasileño después de años de dilatadas negociaciones y, aunque su conclusión fue una consigna de todos los Gobiernos del ‘gigante suramericano’ a partir de 1999, una gran parte de los ciudadanos desconoce los alcances y consecuencias del acuerdo. “Depende de los detalles, aunque no he visto qué es lo que hay necesariamente en el acuerdo, pero si es un acuerdo comercial entre monedas y quizás bajar los impuestos, facilita mucho, especialmente para nosotros los músicos, porque los equipos vendrían mas baratos y tocar en el exterior sería más fácil”, dijo a EFE Caio Máximo. El conductor de Úber Eduardo Viana, en tanto, consideró que si el acuerdo “impacta en la economía global, con seguridad va impactar” en su “vida” .
“Ese comercio, esa economía, va a mejorar los precios de los productos, que deben caer, por causa de estos acuerdos. Cualquier tipo de producto, ropa, comida, electrodomésticos”, sustentó. Para la científica Jaqueline Silva, el acuerdo“ puede ser positivo (...) principalmente si va a reducir la diferencia entre monedas como el real y el euro”. “Como consumidora esto me ayudaría a tener acceso a productos que no puedo porque soy brasileña ”, argumentó. “El cambio es muy alto, el impuesto también es muy alto. Si este acuerdo reduce los impuestos, facilitaría bastante mi acceso a diferentes cosas. Electrónicos, pasajes aéreos, que están súper caros, productos de belleza, para el cabello”, subrayó.
Sin conocer muchos detalles del acuerdo, pero también en tono optimista, la contadora Odete Benavides señaló que “por lo poco” que entendió sería como“ si Brasil pudiese expandirse afuera y eso sería más empleos para nuestro país”.
A pesar de la falta de conocimiento de la mayoría y del tímido optimismo que despierta el acuerdo, algunos brasileños son más escépticos. Para la profesora Viviane Granadilho, “en este momento no va a ser tan beneficioso como debería”, porque Europa cerrará la entrada de algunos productos brasileños como los que estén tratados por “agrotóxicos”. En ese sentido, Granadilho se refirió también a las implicaciones que tendrá el acuerdo para la manufactura industrial. “Los productos que quieren traer para nosotros, a pesar de que las tasas sean un poco menores, nosotros tenemos la capacidad de producirlos en la zona franca de Manaus”, lamentó.
La UE es el principal socio comercial del Mercosur, con unas exportaciones de bienes al bloque suramericano de 45.000 millones de euros en 2008 y de servicios de 23.000 millones en 2017. El acuerdo entrará en vigor en su integridad cuando lo aprueben el Parlamento Europeo y los Parlamentos de todos los países. No obstante, analistas brasileños consideran que en el interior del bloque los países del Mercosur deberán dinamizar primero sus acciones.
El profesor Jackson Bittencourt, coordinador de la carrera de Economía de la Pontificia Universidad Católica de Paraná (PUC-PR) y doctor en Economía Regional, dice que “ es necesario partir para políticas de integración competitiva ‘intrabloque’ y de inserción del Mercosur en las cadenas globales de valor”. “Por eso, se torna necesaria una política industrial, tecnológica y de comercio exterior para los países del bloque” , destacó Bittencourt.
