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En sesión extraordinaria de la Junta Municipal de Atyrá realizada en la tarde y la noche del jueves, los concejales se rectificaron y anularon el permiso para la perforación de un pozo de agua en la compañía Zanja Jhu, que había sido otorgado para el emprendimiento de la empresa Petrohue Real Estate SA (integrante de la sociedad Highlands Park & Lagoon), cuyo representante legal es Martín Tempe, de nacionalidad chilena.
El siguiente paso es la presentación de un pedido de cancelación de la licencia ambiental emitida por el Ministerio del Ambiente y Desarrollo Sostenible (Mades), indicó el profesor y líder comunitario de la zona afectada, Alberto Núñez.
La petición será entregada por un grupo de diez pobladores de Zanja Jhu, con el acompañamiento del intendente Juan Ramón Martínez (ANR) y 4 concejales, anunció el citado docente.
“Vamos a decir que se concretó esa parte del compromiso que el intendente y los concejales hicieron con la comunidad, de rever su postura con respecto a la excavación superficial de tierra en el terreno que corresponde al distrito de Atyrá. Ahora resta la visita de diez representantes del pueblo, conjuntamente con el intendente y cuatro concejales, el próximo lunes en el Mades para buscar la cancelación de la licencia a esta empresa y de esta manera pueda quedar tranquila la ciudadanía. En todo caso, toda la compañía de Zanja Jhu y alrededores está vigilante ante esta situación y estamos a la expectativa en cuanto a lo que se resuelva el próximo lunes o, en todo caso, cuando llegue el momento en que el Mades defina este caso para que tengamos una respuesta al respecto. Ese es el paso siguiente”, expresó el mencionado lugareño.
Una eventual falta de agua o escasez del vital líquido como consecuencia de la succión para proveer a un barrio cerrado de la envergadura que tiene el proyecto ya en construcción inicial en San Bernardino, podría perjudicar a unos 4.000 habitantes de las compañías Zanja Jhu, Hugua Hu y San Vicente, todas del distrito de Atyrá, explicó.
Casi 400 familias residentes en la compañía Zanja Jhu de Atyrá (Cordillera) están preocupadas por el futuro de su comunidad, específicamente con relación a la provisión de agua. Denunciaron que a finales del año pasado tomaron conocimiento de la perforación de un pozo en una propiedad ubicada en la comunidad.
Sorpresivamente, ese pozo será para uso “exclusivo” de un lujoso barrio cerrado que se construye en el límite entre las ciudades de San Bernardino (Cordillera) y Ypacaraí (Central).
Ismael Candia, poblador de la zona, mencionó esta semana que en esa área tienen tres pozos que están abasteciendo a la comunidad y que incluso no dan abasto en temporada de mucho calor.
Dijo que ahora se perforó el cuarto pozo, que será para uso exclusivo del barrio cerrado, por lo que la preocupación es que se produzca, en un futuro cercano, un grave desabastecimiento.
“Nuestro temor es que afecte hasta a nuestro arroyo, porque la información que tenemos es que en ese barrio se tiene previsto hasta construir un lago artificial”, dijo el poblador.
Permiso municipal
Candia relató que la Municipalidad de Atyrá autorizó, el 9 de diciembre de 2024, la excavación para la colocación de las cañerías que deben llevar el líquido al barrio cerrado, hasta una distancia de 6,83 kilómetros en línea recta, según los cálculos, lo que resulta inexplicable atendiendo a la inversión que supone la instalación de una red de distribución tan extensa.
“Sorpresa”
El intendente local, Juan Ramón Martínez (ANR), expresó que fueron “sorprendidos en su buena fe” cuando autorizaron la excavación para la instalación de las cañerías desde el pozo perforado en Zanja Jhu de Atyrá hasta el barrio cerrado que está en obras en el límite entre Ypacaraí y San Bernardino.
Afirmó que se trata de un “caso inédito”, pero que la empresa presentó los permisos otorgados por el Mades y el Ente Regulador de Servicios Sanitarios (Erssan), cuyos jefes, Rolado de Barros y Cristina Muñoz, respectivamente, no hicieron declaraciones con respecto a los cuestionamientos.
En el caso del Mades, la compañía presentó la licencia ambiental, mientras que Erssan dio el permiso para la distribución con la habilitación de una aguatera privada, que será para uso exclusivo del barrio cerrado, puntualizó Martínez.
Dijo que “ingenuamente” firmó la autorización en diciembre, pero que ahora acompaña la preocupación de los pobladores y respaldará el pedido de anulación de la licencia ambiental.
Para más de 3.000 personas y una “Laguna de Cristal”
El exclusivo barrio cerrado denominado Highlands Lagoon Lifestyle, que empieza a ser erigido entre Ypacaraí y San Bernardino, está proyectado para albergar a más de 3.300 personas y contará con un lago artificial. El lujoso y exclusivo barrio cerrado se promociona como un desarrollo que abarcará una superficie de 90 hectáreas, en el límite de los distritos de Ypacaraí y San Bernardino.
Dispondrá de 545 lotes de diferentes extensiones y edificios para albergar 135 departamentos.
También tendrá la “Crystal Lagoon”, con “la mayor superficie de playa en el mundo”. “Crystal Lagoon”, literalmente significa laguna de cristal, es una tecnología implementada por una empresa estadounidense que permite crear lagunas de cualquier tamaño y forma, incluso en desiertos, montañas o centros de ciudades, según los datos.