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El Ente Regulador de Servicios Sanitarios (Erssan), dirigido por Cristina Muñoz, aprobó el 22 de noviembre de 2024 el funcionamiento de una aguatera privada para el abastecimiento al exclusivo barrio cerrado Highlands Park Lagoon, de la empresa Petrohue Real Estate SA, cuyo representante legal es Martín Tampe. Para la puesta en marcha de su aguatera, tiene dos pozos registrados ante el Ministerio del Ambiente y Desarrollo Sostenible (Mades), uno de ellos en Atyrá y el otro en Ypacaraí.
Lo llamativo es que con esas dos únicas perforaciones hídricas la estimación de su alcance a servir es de 3.300 personas que serán parte del lujoso emprendimiento inmobiliario, según la documentación del Erssan. A esto se suma que está prevista la creación de un lago artificial.
Esta situación genera mayor preocupación entre los pobladores de la compañía Zanja Jhu de la ciudad de Atyrá, donde fue perforado uno de los pozos atendiendo a que actualmente ya sufren de escasez del vital líquido, pese a la existencia de tres pozos en funcionamiento para el suministro a los habitantes de la zona.
La puesta en marcha de un cuarto pozo y que será de uso exclusivo del barrio cerrado situado en San Bernardino agudizaría el desabastecimiento en la comunidad atyreña, dijo el poblador Ismael Candia.
El director de Recursos Hídricos del Mades, David Fariña, dijo ayer que, efectivamente, tienen en registro esos dos pozos, pero por estar vinculados al proyecto de barrio cerrado. Este emprendimiento, a su vez, tiene un estudio de impacto ambiental (EIA) en el cual se estipula el uso del agua, explicó. Sin embargo, al consultársele los detalles de ese EIA, afirmó que están a cargo de la Dirección General de Control, otra dependencia del Mades.
Se llamó a silencio
La titular del Erssan, Cristina Muñoz (ANR), se llamó a silencio pese a que el martes último prometió interiorizarse del caso y darnos su versión ayer. La buscamos nuevamente, pero no contestó los mensajes que le enviamos vía WhatsApp.
El pozo construido en la compañía Zanja Jhu está a una distancia de 6,83 kilómetros de distancia en línea recta del barrio cerrado.
El ente regulador autorizó la extensión de las cañerías, que también tuvo la venia de la Municipalidad de Atyrá, que está a cargo del intendente Juan Ramón Martínez (ANR). Finalmente, este funcionario señaló el martes último que acompaña la inquietud de los vecinos de pedir la cancelación de la licencia ambiental.
Otro que se mantiene en silencio es el intendente de Ypacaraí, Fernando Negrete (PLRA), quien también autorizó la extensión de cañerías para beneficiar al barrio cerrado. Además, en su ciudad se proyecta la perforación del otro pozo para extracción de agua.
La gran pregunta
Lo que nadie explica es por qué los desarrolladores decidieron perforar un pozo a siete kilómetros y en Atyrá. ¿Por qué no hacerlo en Ypacaraí o en San Bernardino? Con seguridad una red de distribución de agua de esa distancia eleva mucho más el valor de la obra.
El intendente de Atyrá, Martínez, se presenta como el ingenuo sorprendido, que luego de firmar el permiso se dio cuenta de la situación.
David Fariña se limitó a decir que tecnológicamente es posible, y eso es algo que salta a la vista, principalmente de la población de la compañía Zanja Jhu.