Según publicó este jueves el diario Irish Independent, la demanda contra Conor McGregor fue presentada el pasado martes en un juzgado de Miami (Florida) por un supuesto incidente ocurrido el 9 de junio de 2023 en un baño masculino del estadio Kaseya Centre de esa ciudad, donde McGregor asistía un partido de las Finales de la NBA.
La denunciante, cuya identidad no ha transcendido más allá de que es una alta ejecutiva de Wall Street de 49 años, sostiene que la estrella de las artes marciales mixtas la sometió a un “contacto sexual ilegal” para “su propia gratificación sexual” y “degradarla”, señaló el citado medio irlandés.
Los abogados de McGregor aseguraron hoy que la acusación es falsa y recordaron que la fiscalía estadounidense rechazó presentar cargos para abrir un proceso penal tras una investigación policial.
McGregor ya afrontó el pasado año una demanda civil por violación presentada por la dublinesa Nikita Hands, por la que el Tribunal Superior irlandés le obligó a pagar casi 250.000 a la víctima por daños y perjuicios.
Hands, como la demandante ahora en Miami, tampoco logró que las autoridades presentasen cargos contra McGregor ante la falta de pruebas, por lo que siguió la vía civil para obtener una compensación económica y una victoria moral.
“Casi dos años después y al menos tres abogados, la denunciante tiene una nueva historia falsa”, declararon hoy los abogados de McGregor a la cadena pública irlandesa RTE, en referencia a esta última demanda en Miami.
En la misma denuncia, la supuesta víctima también acusa a los responsables del Kaseya Centre -donde juega el equipo de baloncesto Miami Heat-, de negligencia al entender que fracasó a la hora de garantizar un espacio seguro.
Según la demandante, McGregor parecía estar “bajo la influencia de intoxicantes y fuera de control” durante el supuesto incidente, en el que trató de forzarla sexualmente sin su consentimiento, informó el ‘Irish Independent’.
Cuando trató de salir del baño, agregó el diario, que cita el texto de la denuncia, el luchador la empujó contra la pared y la inmovilizó para tratar de mantener un contacto sexual no deseado.