Enrique y Meghan centran la atención en misa del jubileo sin Isabel II

La familia real británica se reunió hoy viernes 3 de junio para una misa de gracias por los 70 años de reinado de Isabel II, sin la monarca, cansada por el primer día de festejos, pero con Enrique y Meghan, quienes centraron todas las miradas.

Meghan y Enrique llegando al servicio religioso por el jubileo de la reina de Inglaterra.
Meghan y Enrique llegando al servicio religioso por el jubileo de la reina de Inglaterra.121002+0000 MATT DUNHAM

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La reina de 96 años, con crecientes problemas de movilidad, experimentó “un cierto malestar” tras aparecer dos veces de pie la víspera en el balcón del Palacio de Buckingham para lanzar los cuatro días de celebraciones por su “jubileo de platino”.

Este combo de imágenes creada el 2 de junio muestra a la reina Isabel II en 1953 (arriba) y en el día de ayer, en el balcón del palacio de Buckingham.
Este combo de imágenes creada el 2 de junio muestra a la reina Isabel II en 1953 (arriba) y en el día de ayer, en el balcón del palacio de Buckingham.

Jefa de la Iglesia de Inglaterra y muy religiosa, la monarca decidió no  acudir al acto debido al largo trayecto desde el castillo de Windsor hasta la catedral de San Pablo en Londres y “la actividad necesaria para participar en  la misa”, explicó la casa real.

Entre los curiosos que esperaban desde primera hora de la mañana, Stephanie  Stitt, organizadora de eventos de 35 años, se declaraba “un poco” decepcionada  por la ausencia de la reina. 

“Pero es comprensible porque tiene 96 años”, agregó, asegurando que “es  agradable celebrar algo y no acordarse de la crisis por el coste de la vida” que, con una inflación histórica, impone sacrificios y estrecheces a muchos  británicos.

Enrique y Meghan: ovaciones y abucheos

Aparecieron, por primera vez en público desde hace dos años en el Reino Unido, el príncipe Enrique y su esposa Meghan. Bajo el resonar de las campanas de la catedral, el nieto de la monarca, de  37 años, llegó vestido de chaqué y corbata gris, luciendo todas sus  condecoraciones.
Aparecieron, por primera vez en público desde hace dos años en el Reino Unido, el príncipe Enrique y su esposa Meghan. Bajo el resonar de las campanas de la catedral, el nieto de la monarca, de 37 años, llegó vestido de chaqué y corbata gris, luciendo todas sus condecoraciones.

Tampoco acudió, por haber contraído el covid-19, el príncipe Andrés, de 62  años, considerado “hijo predilecto” de la monarca pero alejado de la vida  pública a raíz de acusaciones de agresión sexual a una menor en Estados Unidos.

Los que sí aparecieron, por primera vez en público desde hace dos años en  el Reino Unido, fueron el príncipe Enrique y su esposa Meghan. Bajo el resonar de las campanas de la catedral, el nieto de la monarca, de  37 años, llegó vestido de chaqué y corbata gris, luciendo todas sus  condecoraciones.

Sonriente pero tensa, la exactriz estadounidense, de 40 años, vestía  elegantísima con trench y falda color “greige” -entre gris y beige- de la marca  Dior Alta Costura, y pamela, guantes y zapatos a juego.

La multitud los recibió con una mezcla de ovaciones y abucheos, ilustrando  las opiniones encontradas que despiertan en el Reino Unido, a menudo con una  división generacional.

Opiniones sobre Enrique y Meghan

Enrique y Meghan sacudieron a la monarquía cuando en 2020 decidieron irse a  vivir a California, desde donde criticaron a la familia real, llegando a acusar  de racismo a uno de sus miembros, que no nombraron.
Enrique y Meghan sacudieron a la monarquía cuando en 2020 decidieron irse a vivir a California, desde donde criticaron a la familia real, llegando a acusar de racismo a uno de sus miembros, que no nombraron.

“Son parte de la familia real” y “deberían poder hacer las cosas de forma  un poco diferente”, decía Amy Thomas de 17 años, considerando, como muchos  jóvenes británicos, que “la representación de la familia real está anticuada,  anclados en sus costumbres”.

Pero para Lorraine Frame, en la cincuentena, la pareja “tiene sus propios  intereses, volvieron porque temen perderse algo y no son bienvenidos”. “Yo los  he abucheado”, aseguró a la AFP.

Enrique y Meghan sacudieron a la monarquía cuando en 2020 decidieron irse a  vivir a California, desde donde criticaron a la familia real, llegando a acusar  de racismo a uno de sus miembros, que no nombraron.

Desde entonces han visto a la reina poco y en privado y su hija menor, Lilibet, que el sábado cumple un año, no conocía hasta ahora a su celebérrima  bisabuela. Viajaron a Londres para las fiestas del jubileo, pero el jueves se habían  mantenido alejados de la prensa, por cuya presión afirmaron haber abandonado el  Reino Unido.

Dudosa sucesión monárquica

En el interior de la majestuosa catedral anglicana, asistieron al servicio unas 2.000 personas, incluida la mayoría de familiares de la soberana, el  primer ministro Boris Johnson, líderes políticos, sociales y representantes de  otras religiones.

Debido a sus problemas de salud, una vez más la reina volvió a ser representada el viernes por su hijo mayor Carlos, heredero al trono de 73 años, que poco a poco  va asumiendo funciones en una progresiva transición que preocupa, dada su baja  popularidad en un momento en que la realeza se ve cuestionada.
Debido a sus problemas de salud, una vez más la reina volvió a ser representada el viernes por su hijo mayor Carlos, heredero al trono de 73 años, que poco a poco va asumiendo funciones en una progresiva transición que preocupa, dada su baja popularidad en un momento en que la realeza se ve cuestionada.

Entre las numerosas intervenciones, el arzobispo de York, Stephen Cottrell, se dirigió a la reina, asumiendo que vería la misa por televisión, y bromenado con su pasión por los caballos le agradeció que siguiera “sobre la silla de  montar”.

La ceremonia dio gracias por la vida y el reinado de la monarca más longeva  que jamás haya tenido el Reino Unido.  Isabel II tenía 25 años cuando en 1952 llegó al trono. Setenta años  después, es la única monarca que han conocido la mayoría de británicos y la  única en la historia del país que celebra un “jubileo de platino”.

Debido a sus problemas de salud, una vez más volvió a ser representada el viernes por su hijo mayor Carlos, heredero al trono de 73 años, que poco a poco  va asumiendo funciones en una progresiva transición que preocupa, dada su baja  popularidad en un momento en que la realeza se ve cuestionada.

Un 62% de los británicos afirma seguir siendo partidario de la monarquía,  pero los más jóvenes están divididos: 33% a favor y 31% en contra. En un sondeo de YouGov publicado esta semana, sólo 39% de encuestados  afirmó pensar que seguiría habiendo un monarca en el país dentro de 100 años.

Iniciadas el jueves con una gran marcha militar, las celebraciones del “jubileo de platino” se prolongarán hasta el domingo con un desfile de música y  baile, carreras de caballos, un concierto pop y decenas de miles de pícnics y  comidas al aire. (AFP)

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