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El episodio fue en la Fundación Lego, adonde la duquesa llegó como parte de su recorrido de la visita oficial que realiza a Dinamarca, en la que la prensa danesa la ha elogiado por “brillar y cortarse sola” ganando el corazón de los presentes.
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“Ha sido una imagen divertida y simpática. Al aterrizar ha estado a punto de derrapar y de cometer un faux pas (paso en falso), pero ha parado a tiempo y ha acabado partiéndose de la risa” dice una de las crónicas periodísticas al respecto.
Catalina, o Kate, ha sido catalogada como una mamá estricta y la más seria de las duquesas de la nueva generación, comparada con su concuñada Meghan Markle, quien tiene un alto perfil y ha sido conocida por saltarse los protocolos reales en más de una ocasión.
De ahí que este salto en tobogán ha sorprendido a muchos, una licencia de frescura y espontaneidad que recordó a sus días en que era la prometida de Guillermo, el futuro rey de Inglaterra.