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Esta planta herbácea del género Allium, cercana pariente de la cebolla, ha ganado renombre no solo por su sabor distintivo, sino también por su capacidad para mejorar el bienestar general.
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Beneficios del ajo para la salud
El ajo es conocido por su acción antimicrobiana y antifúngica debido a sus compuestos activos como la alicina.
Estos compuestos ayudan a combatir bacterias, hongos y virus, fortaleciendo el sistema inmunológico y reduciendo el riesgo de infecciones.
El consumo regular de ajo puede ayudar a reducir la presión arterial, disminuir los niveles de colesterol y mejorar la circulación sanguínea.
Estos efectos se deben a su capacidad para relajar los vasos sanguíneos y prevenir la formación de placa en las arterias.
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Además, el ajo contiene antioxidantes que protegen las células del daño oxidativo.
Estos antioxidantes neutralizan los radicales libres, reduciendo así el riesgo de enfermedades crónicas como el cáncer y el Alzheimer.
Por otro lado, el ajo posee potentes propiedades antiinflamatorias, que pueden aliviar los síntomas de enfermedades inflamatorias crónicas como la artritis.
Su efecto se debe a la inhibición de ciertas vías que desencadenan la inflamación en el cuerpo.
Estudios han demostrado que el ajo puede estimular la actividad de los glóbulos blancos. Esto se traduce en un sistema inmunológico más fuerte capaz de responder eficazmente a enfermedades e infecciones.
Formas de consumir ajo sin perder sus propiedades
Consumir el ajo crudo es la forma más efectiva de obtener sus nutrientes en su estado más potente.
Triturá o picá los dientes de ajo y dejalos reposar unos minutos antes de comerlos. Esto permite que la alicina, el compuesto bioactivo principal, se active.
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Aunque calentar el ajo puede degradar un poco algunos de sus compuestos, cocinarlo suavemente aún preserva gran parte de sus beneficios. Incorporarlo en salsas, guisos o asados a temperaturas moderadas puede ser nutritivo y sabroso.
Por otro lado, el ajo encurtido o fermentado conserva su valor nutricional y, además, añade probióticos que son beneficiosos para la salud intestinal. Esta opción también puede ser agradable para vos si encontrás el ajo crudo demasiado fuerte.
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Y para aquellos que no disfrutan el sabor del ajo, los suplementos de extracto de ajo añejado son una alternativa eficaz.
Al elegir cómo consumirlo, es importante optar por las formas que preserven al máximo sus propiedades medicinales. Así, podrás disfrutar no solo de su sabor único, sino también de toda la gama de beneficios que ofrece.