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Uno de los enfoques modernos es prestar atención a cuándo y cómo se consume alcohol, incorporando momentos y formas que optimicen sus efectos beneficiosos mientras minimizan los negativos. Esta nueva perspectiva invita a replantearse el consumo de cerveza de una manera que favorezca nuestro cuerpo, pensando en las necesidades nutricionales y de descanso de nuestra agenda diaria.
Disfrutar de bebidas alcohólicas mientras se sigue una dieta no siempre significa renunciar a todo el alcohol. Es posible disfrutar de cerveza, vino o un destilado si se hace de manera consciente, eligiendo el momento y las cantidades adecuadas para no afectar tus esfuerzos para mantenerte en forma.
Impacto en los ritmos circadianos
La cerveza generalmente se consume durante reuniones nocturnas, pero consumirla en la noche puede no ser lo mejor para nuestra salud. Esto se debe a que el alcohol puede interferir en el sueño, específicamente en la fase REM, afectando la calidad del descanso. Los ritmos circadianos son fundamentales para el sueño, la digestión y otros procesos del cuerpo. Consumir alcohol en la noche puede alterar estos ritmos y provocar insomnio o mal descanso.
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Sorprendentemente, beber cerveza en la mañana podría ser más beneficioso, siempre que sea con moderación. Al consumir cerveza durante el día, el cuerpo tiene más tiempo para metabolizar el alcohol antes de la noche, reduciendo así su impacto en los ritmos circadianos.
Para integrar la cerveza en tu dieta de manera saludable, acompáñala de un desayuno balanceado que incluya proteínas, grasas saludables y carbohidratos complejos. Esto no solo mejora la absorción de alcohol, sino que también proporciona una base nutritiva para iniciar el día adecuadamente. Además, elegir cervezas con bajo contenido de alcohol, como las ligeras o artesanales, puede ser una buena opción.
Beneficios nutricionales de la cerveza
La cerveza contiene antioxidantes, vitaminas del grupo B y minerales como magnesio y potasio. Estos nutrientes pueden mejorar la salud cardiovascular y la densidad ósea, y disminuir el riesgo de enfermedades como la diabetes tipo 2. Beber cerveza en la mañana permite aprovechar mejor estas propiedades alimenticias, sobre todo cuando se acompaña de alimentos que facilitan la absorción de nutrientes.
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Así que... aunque no es la opción más tradicional, consumir cerveza en las primeras horas del día podría ser una manera inteligente de disfrutar de sus beneficios sin comprometer tu descanso nocturno.