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El zapallo es una hortaliza que pertenece a la familia de las cucurbitáceas, y dentro de ella se encuentran comprendidas más de 850 especies, entre ellas la calabaza, el zucchini, el zapallito redondo, el pepino, el melón y la sandía.
Su consumo es antiquísimo calculándose que 8000 años a.C. ya formaban parte de la dieta de los aztecas como algo habitual. Muchos años más tarde, los españoles lo llevaron a Europa, donde rápidamente fue divulgado, conocido e incorporado a la alimentación.
El zapallo es sumamente nutritivo y de sabor dulzón. Su pulpa de color anaranjado nos indica su alto contenido en betacarotenos, sustancia muy importante que ayuda a prevenir el cáncer. De cáscara dura y resistente, el zapallo contrasta con los zapallitos y el zucchini, cuya cáscara es más fina, tierna y de un color verde claro.
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Se digiere con facilidad, el puré de zapallo es la comida habitual de los bebés y de los niños más pequeños. Es un regulador de la función intestinal, de los nervios y un fortalecedor del sistema óseo.
El zapallo es un protector a nivel de estómago contra la acidez y la gastritis. Colabora en la formación de anticuerpos y es muy bueno para la vista, las uñas, los huesos en general, la piel y el cabello.
Crudo, el zapallo es un alimento eficaz para combatir la anemia. Por su alto contenido en agua, tiene pocas calorías e hidratos de carbono, pero cuenta con mucha fibra, por lo que es ideal en dietas de reducción de peso.
Es una verdura muy noble que cuenta con solo una contraindicación, no es aconsejable para quienes tienen el colon irritable por su efecto laxante.
Del zapallo también se aprovechan sus semillas, que una vez secas y tostadas se emplean en diferentes preparaciones y cuentan con un alto contenido en proteínas y grasas.
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El tamaño tanto del zapallo como de la calabaza varía muchísimo encontrándose aquellos que pesan desde 500 gramos hasta varios kilogramos. Es común, por lo tanto, comprar el zapallo o calabaza por trozos. Al elegirlo, debemos comprobar que la cáscara sea bien dura y firme, sin partes blandas y si mantienen su cabo o tallo, mejor. La pulpa debe ser firme, seca y opaca.
Cuando la pulpa es brillante indica que el zapallo fue cosechado en forma anticipada y, por lo tanto, no será dulce.
Otro detalle importante, cuanto mayor es el tamaño del zapallo más dulce es su sabor.
Hay infinidad de formas de prepararlo; entero, cortado en trozos o en mitades, hervido, al vapor, al horno, solo o acompañado con otros ingredientes.