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La plancha hamburguesera es una maravilla para hacer rápidamente una gran cantidad de platos. Además, tiene la ventaja de que se puede colocar en cualquier parte, solo hay que tener en cuenta que no se queme la superficie donde será apoyada y, para eso, será suficiente con poner debajo una chapa o latón.
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La estructura suele ser de aluminio y la chapa donde se cocinará es de hierro, por lo que antes de comenzar a utilizarla, cuando es nueva, conviene “curarla”. Para ello, untar toda la superficie con aceite. Encender el fuego (algunas son eléctricas, pero la mayoría son a gas) y cuando comience a humear, apagar el fuego. Limpiar la superficie con papel absorbente o con un trapo.
Luego cubrirla con sal gruesa y volver a encender la llama. Después de unos minutos, cuando comience a humear, mover la sal con una espátula. Apagar el fuego y retirar toda la sal con la espátula. Desechar la sal utilizada y limpiar la superficie nuevamente con un trapo.
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Antes de comenzar a cocinar, untar nuevamente la superficie de hierro con aceite, pero ojo, porque esta vez no dejaremos que humee para que el aceite no se queme. Mantener el fuego medio bajo porque estas planchas se calientan muy rápidamente y mantienen por mucho tiempo el calor.
Otra cosa que hay que vigilar es que no pierda gas por ningún lado y que no se encienda la llama en las uniones, verificando que todo esté correctamente sellado y solo salga gas por los orificios destinados a calentar el hierro.
Algunas planchas vienen con una ranura para recolectar los jugos, por lo que habrá que poner un plato o una latita debajo, a tal efecto.
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Una vez utilizada, siempre limpiar bien la plancha aún en caliente, antes de guardarla, porque de ese modo evitaremos que queden cosas pegadas en su superficie que después costará mucho más sacar y comenzarán a quemarse en futuras cocciones.
No use detergentes ni limpiadores en crema en la superficie de la plancha, porque restos de estos líquidos pueden quedar en el hierro arruinando nuestra comida y nuestra salud. Tampoco la raspe con rollitos de acero para que la superficie siempre quede apta para volver a cocinar en ella.