Cargando...
Frizar o congelar los alimentos es una forma práctica de guardar provisiones y conservar la comida que nos sobra. Pero para garantizar su calidad y frescura es necesario tener en cuenta el tipo de alimento, para evitar que se queme con el frío y mantenga su textura.
La congelación es uno de los métodos de conservación de alimentos más simple y, además, está al alcance de casi todos. Pero no siempre es tan fácil, debemos tener en cuenta que ciertos alimentos se congelan mejor que otros y la congelación prolongada puede afectar su calidad o textura.
Qué alimentos se pueden congelar
Estos son algunos alimentos que podemos congelar y los problemas que pueden ocurrir al hacerlo:
Carne cruda: la mayoría de las carnes crudas se pueden congelar sin afectar su sabor o textura. Se deben descongelar en la parte baja de la heladera y luego se deben cocinar bien.
Lea más: Cocinar y hornear en la ola de calor: consejos prácticos
Carne cocida: aunque puede secarse un poco en el congelador, podemos congelarla en su salsa o jugo para evitarlo.
Pan: hay que envolverlo en plástico o papel de aluminio para evitar que se seque, mejor cortado, para luego descongelarlo a medida que lo vayamos a consumir.
Sopas: no todas las variedades se congelan tan bien como otras, ya que las sopas cremosas tienden a separarse, mientras que las sopas de pasta o de fideos pierden algo de su textura.
Productos lácteos: las cremas y los quesos blandos pueden congelarse bien, aunque se cristalizan y es mejor consumirlos frescos.
Verduras frescas: algunas verduras, como el brócoli, deben ser escaldadas antes de congelarlas para evitar la pérdida de textura. Compre verduras ya congeladas si no está seguro.
Lea más: La limpieza de la cocina de la A a la Z: lo que tenés que saber
Platos de pasta: la pasta se volverá más suave si se congela y se calienta, por lo que es mejor que sea un poco más firme de lo normal (bien al dente) si planea congelarla.
Platos de arroz: al igual que con la pasta, el arroz blanco puede volverse más blando si se congela.
Fruta fresca: se ponen blandas cuando se descongelan, lo que está bien si vamos a preparar licuados o batidos, pero no tanto si queremos comerlas enteras.
Comida frita: aunque es común congelar alimentos cocinados, si están fritos, perderán toda su frescura.
Huevos duros: (y comidas que los contengan) la clara se vuelve gomosa, incomible. Es mejor retirarlos de los alimentos que vamos a congelar (por ejemplo, pizza).
Lea más: Cómo prevenir enfermedades con la correcta manipulación de pollos frescos y congelados
Cómo congelar bien
Colocar los alimentos en un recipiente hermético o envolverlos en plástico o papel de aluminio antes de congelarlos. La comida puede perder gran parte de su humedad si se expone al aire cuando se congela.
No guardar alimentos en el congelador mientras aún estén calientes.
No llenar demasiado el recipiente. Hay que dejar espacio extra, sobre todo al congelar líquidos, porque estos se expanden a medida que se congelan, y esta expansión podría romper el recipiente si se llena hasta el borde.
Poner etiquetas. Los alimentos congelados no se mantienen bien eternamente. Chequee las instrucciones de su freezer para cada tipo de alimento.
Cuidado con las bacterias. Cuando los alimentos se descongelan, las bacterias pueden multiplicarse rápidamente, especialmente a temperatura ambiente. Hay que cocinar bien los alimentos y nunca volver a congelarlos crudos.