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Siempre caemos en las ensaladas tradicionales, que son el acompañamiento habitual de cualquier tipo de carne. Pero podemos pensar un poquito más allá y preparar guarniciones que recopilamos de las redes, que dejarán a todos con la boca literalmente abierta.
Cuáles son las mejores guarniciones para fiestas
Guarniciones con papas. Económicas y versátiles, admiten muchos tipos de cocción y les gustan a todos o casi todos. Podemos cortarlas con mandolina, bien finitas y colocarlas en forma de rosas en los moldes de muffins, rociar con manteca o aceite, y gratinar en el horno. Quedan unas rosas espléndidas para usar como guarnición y decoración.
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También podemos rallarlas, escurrirlas y formar tortillitas, que luego se cocinan en la sartén o a la plancha.
Otra opción son las papas pequeñas caramelizadas a la naranja con vino tinto. Elegimos papas pequeñas, las ponemos en una sartén con manteca o aceite, tapamos y las dejamos cocinar a fuego bajo unos 25 minutos, removiendo de vez en cuando. Añadir azúcar morena y cocinar un par de minutos, incorporar hierbas, regar con jugo de naranja y vino, y dejar cocinar a fuego fuerte hasta que se reduzca buena parte del líquido; tapar, bajar al mínimo y dejar unos minutos más para que los jugos restantes se concentren. Salpimentar a gusto y servir bien calientes.
Puré de manzanas con romero. Ideal para acompañar asados, la mezcla aromática de la manzana junto con esta hierba con sabor a monte resulta perfecta para darle un toque especial a cualquier pieza de carne, ya sea ternera, cerdo o incluso pollo.
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Pelamos y cortamos las manzanas en trozos irregulares, las ponemos en una olla; cubrimos con azúcar morena, romero seco, jugo de limón y un poquito de agua o el alcohol que desee para darles un punto exquisito. Cocinar todo junto a fuego medio, removiendo de vez en cuando durante media hora o hasta que la manzana esté hecha compota. Si nos gusta, dejamos el puré con algunos trocitos; si no, trituramos todo con mixer para que quede más fino. Se puede servir frío o caliente, y se conserva en un frasco cerrado en la heladera por una semana.
Zanahorias asadas con comino. Para darles un mejor sabor, las preparamos con cebolla morada, que resulta muy dulce y combina perfectamente con la zanahoria. Pelar y cortar las zanahorias en cuatro y a lo largo, para obtener láminas finas. Cortar la cebolla en julianas y acomodarla en una fuente para horno; luego, cubrir con las zanahorias. Hacer una mezcla de aceite con aceto balsámico, comino, sal y pimienta. Rociar las zanahorias y la cebolla; y mezclar muy bien para que todo quede bien impregnado del aceite. Cocinar en el horno a 180 ºC, por unos 30 a 35 minutos. A media cocción, remover todo para repartir bien el aceite sobre las zanahorias.
Tian de verduras. Hermoso arreglo de vegetales cortados en láminas bien finas: berenjenas, zucchinis, zapallitos verdes de tronco, calabaza, zanahoria y lo que tenga a mano. Cubrir con salsa de tomate la base de un molde y colocar las verduras laminadas, alternando unas y otras en forma de espiral. Condimentar con sal, pimienta negra, tomilllo y orégano (o las hierbas que más les gusten) y regar con un chorrito de aceite. Hornear hasta que las verduras estén tiernas y ligeramente doradas por la superficie.
Puerros asados con vinagreta de mostaza y huevo. Ideal para los que les tienen fobia a las cebollas. Esta receta es un manjar para los que adoran su sabor. Lo mejor es elegir puerros de tamaño pequeño o medio, pues se cocinarán antes, y tendrán más sabor y una textura más tierna y suave. La parte verde que no se usa, se puede guardar para otras preparaciones. Cortar los extremos de los puerros y retirar la hoja exterior de cada uno. Cortar en dos o tres cilindros, y sacar el exceso de parte verde. Lavar bien y secar. Hervirlos de 10 a 15 minutos, hasta que estén tiernos. Disponer los puerros sobre una bandeja. Pintar con aceite, salpimentar y asar en la parte alta con el gratinador durante unos 10 a 15 minutos, hasta que estén bien dorados y un poco tostados. Rociar con una vinagreta de mostaza y huevos duros picados. Servir calientes o fríos.
Cebollitas glaseadas al vino dulce. Ideales con carnes magras y pescados. Elegir cebollas pequeñas, pelarlas y colocarlas en una sartén con manteca. Dorar las cebollitas por todos sus lados, agregar vino dulce, tapar la sartén y dejar cocinar hasta que estén tiernas. El tiempo de cocción dependerá del tamaño de las cebollitas, así como de su punto de madurez. Sabremos cuándo debemos retirar del fuego cuando, al pincharlas con un tenedor, las cebollitas estén tiernas, pero no demasiado blandas. Si el líquido se consume antes de que las cebollitas alcancen su punto, añadimos un poco de agua. Cuando estén listas, salpimentar a gusto.
La magia de los tomates cherry. Solitos, así nomás, ya son vistosos y tentadores, pero acomodados en una fuente en forma de corona, y alternándolos con queso mozarela y hojas de albahaca fresca obtenemos una elegante corona navideña de ensalada caprese.
Otra opción igualmente deliciosa es presentarlos asados, con aceite de oliva, ajo y hierbas frescas o secas. Los matices de sabor serán distintos, pero se puede adaptar al gusto de cada cual o a lo que se tenga a mano en la despensa.
Por Valeria Cabrera