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La mala circulación de la sangre puede tener muchas causas, las principales son tener los niveles altos de colesterol, tener un consumo pobre de alimentos que aporten fibra, comer alimentos muy salados y, además, beber pocos líquidos. Algunos consejos para controlar la mala circulación sanguínea de manera natural.
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El consumo elevado de grasas saturadas conduce a la mayor producción de colesterol malo, haciendo que este dañe los vasos sanguíneos y se pierda la elasticidad que deben mantener para que la sangre fluya con absoluta libertad por todas las arterias. Su consecuencia directa es, evidentemente, la aparición de diversos problemas circulatorios. Hay algunas formas de reducir de manera natural la mala circulación de la sangre.
Cómo realizar masajes para mejorar la circulación sanguínea
Con una buena crema o aceite corporal se puede realizar un suave, pero firme masaje que debe comenzar en los pies y en seguida ir subiendo hasta llegar a los muslos.
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De esta manera se aumenta el flujo de la sangre y se reduce notablemente todo problema circulatorio en las piernas.
Consejos para mejorar la circulación sanguínea
Realizar hidroterapias. La hidroterapia es un masaje que se realiza utilizando chorros fuertes de agua caliente y fría, alternadamente, así se activa la circulación de la sangre de forma inmediata, comenzando a fluir de manera normal. Se puede intentar bajo la ducha o en salones de belleza profesionales.
Realizar baños de pies. Una manera muy sencilla de reactivar la circulación de la sangre es sumergir los pies en un tazón con agua caliente mezclada con un cuarto de raíz de jengibre rallada y una cucharada de sal gruesa. Luego, pasar a un baño de pies y piernas con agua fría durante dos minutos como máximo. En este caso, el agua tiene que llegar a las pantorrillas.
Evitar el calor. Evitar las fuentes de calor directas, sobre todo las estufas y radiadores en invierno, lo mismo que la cera caliente o la excesiva exposición al sol.
Compresión y elevación. En el caso concreto de insuficiencia venosa o de piernas cansadas, la utilización de medias de compresión y descanso, según los grados, puede mejorar la calidad de vida. El drenaje postural con elevación de piernas en algún momento del día también ayuda a mejorar el cansancio y el edema. En algunos casos, la solución más acertada es dormir con una ligera elevación de los pies en la cama.
Alimentos que bajan la presión arterial
Existen alimentos que por su composición pueden ayudar a disminuir los síntomas de la mala circulación porque fluidifican la sangre y hacen más fácil su tránsito. Entre ellos podemos señalar: los frutos secos, el pescado azul y los aceites de semillas (girasol o soja, por ejemplo), las hortalizas, verduras, frutas, cereales integrales y legumbres, productos todos ricos en potasio.
Los frutos rojos (moras, frutillas, frambuesas, arándanos) tienen muchas sustancias antioxidantes. Estas sustancias evitan el deterioro de las paredes arteriales y venosas, y favorecen el buen estado de los vasos sanguíneos por su acción antiinflamatoria.
Consumir picantes. El pimiento rojo contiene capsaicina, un componente que tiene la capacidad de estimular y activar el sistema cardiovascular, ayudando a reducir la presión arterial y los niveles de colesterol. Además, colabora de manera muy efectiva a reducir las posibilidades de llegar a padecer arteriosclerosis, que es el endurecimiento de las arterias que provoca muchos problemas a todo el sistema circulatorio. Se puede consumir como ají molido, ky’yi, o pimienta de Cayena.
Preparar una infusión de hierbas naturales. El ginkgo biloba y la cola de caballo son algunos de los remedios naturales recomendados para mejorar la mala circulación de la sangre, ya que tienen la capacidad de dilatar los vasos sanguíneos y hacer que las paredes de las venas sean mucho más elásticas. Se preparan en una infusión con agua hirviendo por cinco minutos y se beben cuando está tibia.
Tomar una copa de vino tinto. Está comprobado que beber una copa de vino tinto todos los días, acompañando una comida principal, ayuda a mejorar la circulación sanguínea. Pero es solo una copa diaria para las mujeres y dos para los hombres.
Tomar café. Quienes consumen entre una y dos tazas de café durante el día tienen menos posibilidades de sufrir problemas de mala circulación, esto se debe a los flavonoides que se encuentran entre sus componentes.
No abusar de la sal. Es importante reducir al máximo el consumo de alimentos salados, ya que esto contribuye a aumentar la presión arterial y la retención de líquidos.
Hacer ejercicio moderado, pero continuado. El ejercicio asegura un buen bombeo de la sangre y una circulación sana. Mover el cuerpo, subir escaleras, andar en bicicleta, caminar o nadar, incluso una breve, pero enérgica caminata hará maravillas para tu salud cardiovascular. Lo más sencillo es simplemente caminar por lo menos media hora diaria.
Mantenerse hidratado. Se debe ingerir un adecuado volumen de líquidos diario en forma de agua, infusiones, jugos o aguas saborizadas y evitar el consumo excesivo de sal en las comidas, sobre todo, por aquellas personas que son hipertensas.
Dejar de fumar. Desde hace muchos años se ha demostrado que el cigarrillo es uno de los principales enemigos de la salud humana, causante de graves enfermedades circulatorias y puede aumentar de manera importante la presión arterial. Se debe abandonar de forma radical el tabaco. La nicotina y los productos de la combustión del cigarrillo y la pipa dañan la pared de las arterias de forma, a veces, irreversible.
La “mala circulación”, popularmente, se refiere a los síntomas derivados de las alteraciones en el retorno venoso, que pueden provocar síntomas de pesadez, cansancio, hinchazón o dolor en las piernas, hasta várices y trombosis de las venas.
Fuente: www.mejorconsalud.com