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Todo personal de cocina tiene que estar equipado con prendas obligatorias para cumplir con las leyes de higiene y sanidad. Pero, en casa, ¿por qué no usamos el delantal? Hoy les contamos algunas razones para no dejar en el olvido a este aliado en la cocina.
Salpicaduras, derrames, quemaduras, intoxicación y contaminación cruzada de los alimentos son solo algunas de las razones por las cuales deberíamos usar un delantal al manipular alimentos y limpiar los utensilios que se usan en la cocina.
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El delantal es una prenda protectora externa que debe cubrir, sobre todo, la parte frontal del cuerpo. Se usa sobre la ropa con el objetivo de proteger nuestra ropa de manchas, es decir, con el propósito de mantener la higiene y por comodidad.
Razones para usar delantal
1. Evitar enfermedades. En primer lugar, usar un delantal ayudará a detener cualquier transferencia de gérmenes de la ropa a la comida, y viceversa. Todos sabemos que tenemos que lavarnos las manos antes de cocinar, pero ¿qué pasa con la ropa que hemos usado todo el día?
Si has estado en el baño, en el auto, en la calle y en el trabajo con esa misma ropa, seguramente no querrás que todos esos gérmenes y bacterias se transfieran a la comida. Un cómodo y práctico delantal, fácil de sacar, constituye una barrera indispensable a la hora de manipular los alimentos con la mayor seguridad.
2. Prevenir quemaduras. Una de las razones más importantes por las que siempre deberíamos usar delantal en la cocina, es que actúa como un escudo contra cualquier aceite o agua caliente que salte, salpique o se derrame, protegiendo desde el pecho hasta las piernas.
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En caso de que se moje con algo caliente, que represente un riesgo, es más fácil alejar el delantal del cuerpo rápidamente y evitar así posibles quemaduras, mientras que esto no es tan fácil de hacer con cualquier otro tipo de ropa. Por esta misma razón, es mejor elegir delantales que se aten con un simple moño, y que sean de una tela lo más gruesa posible.
3. Evitar ensuciarte. La cocina es una gran fuente de salpicaduras, roces, derrames y manchas de todo tipo que ensucian la ropa, por más cuidadoso que sea el cocinero. Así también, las tareas de limpieza en la cocina pueden dejar muchas manchas difíciles de quitar. Así que, ¿para qué arriesgar nuestra ropa? Un delantal puede recibir todas estas manchas, dejando intacta la ropa. Además, ayuda a que esta no se impregne del olor de los alimentos.
4. Impedir accidentes. Aunque quizás no son tan comunes, hay casos en que la ropa se incendia mientras estamos cocinando. El simple hecho de llevar puesto un delantal ayuda a evitar este tipo de accidentes, porque toda la ropa que de otra manera podría estar suelta, queda asegurada firmemente contra el cuerpo.
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Además, en el caso de que el delantal agarre fuego, resulta muy fácil quitárselo, más rápido que una blusa o unos pantalones.
Cómo debe ser un buen delantal
- El delantal debe ser cómodo y ajustarse fácilmente al cuerpo.
- Es recomendable que sea de algodón y que cubra el pecho y las piernas.
- No usar el mismo delantal para la limpieza de baños y cocinas, destinar uno para cada área para evitar la contaminación cruzada de los alimentos.
- Se aconseja tener varios delantales, sobre todo por si uno se mancha o estropea, tener disponible otro rápidamente.
- Debe estar siempre a mano: puede colgar de un gancho en la pared, en un sitio de fácil acceso.
- Puede haber un delantal especial para invitados, destinado a huéspedes o personas que pasen por la cocina de manera ocasional y a quienes se desee involucrar en las tareas culinarias.