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Seguramente, nuestro consumo de sal diario excede lo recomendable, que es nada más que una cucharada al día. El consumo excesivo de sal puede conducir a serios problemas de salud con el tiempo. Estas son algunas de las señales más comunes que indican que, probablemente, estás comiendo con demasiada sal en tu dieta.
El cuerpo humano requiere sodio para diferentes funciones. La cantidad correcta de este apoya la función muscular y permite la transmisión de impulsos nerviosos en todo el cuerpo. El sodio también se requiere para equilibrar los fluidos corporales. Sin embargo, el consumo excesivo puede provocar complicaciones graves de salud. Por lo tanto, se recomienda que las personas limiten su ingesta de sodio a 2,4 gramos por día. Esto es equivalente a 6 gramos de sal de mesa o una cucharada al día.
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Las personas que sufren de presión arterial alta o corren el riesgo de desarrollar presión arterial alta, diabetes, insuficiencia cardíaca o enfermedad renal deben limitar la ingesta de sodio a no más de 1,5 gramos al día, lo que se traduce en aproximadamente dos tercios de una cucharada.
La sal y el sodio
La sal de mesa es simplemente cloruro de sodio. Este es un compuesto cristalino que está compuesto de 40 % de sodio. Este también se encuentra naturalmente en diferentes alimentos. La sal es necesaria para los impulsos nerviosos y, también, para las contracciones musculares. El sodio atrae agua y, por lo tanto, es utilizado por el cuerpo como un regulador de agua para los tejidos, órganos y sangre. Su exceso se excreta del cuerpo a través de los riñones como uno de los componentes que componen la orina. Cuando uno consume demasiado sodio, los riñones son incapaces de manejarlo, por lo tanto, queda mucho en el cuerpo. Esto puede conducir a trastornos corporales graves.
Síntomas que pueden indicar que estamos consumiendo sodio en exceso
1. Hinchazón. Si sientes los anillos un poco apretados, tus pies se sienten inflamados o tienes los ojos hinchados por la mañana, probablemente estés comiendo demasiada sal. La condición en la que tu cuerpo comienza a retener agua extra como resultado de la ingesta elevada de sal se llama edema y debe tratarse con una dieta muy restringida.
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2. Sed excesiva. El sodio que se encuentra en la sal ayuda a equilibrar el líquido en tu cuerpo. Cuando comes demasiada sal, tu cuerpo necesita más líquidos para ayudar a limpiar el sistema, haciendo que tus músculos y otros órganos puedan funcionar correctamente. Esa es la manera en la que tu cuerpo corrige la relación sodio-agua y el beber agua potable es la mejor manera de regresar las cosas a la normalidad. No beber suficiente agua podría obligar a tu cuerpo a extraer líquidos de las células y esto podría deshidratarte.
3. Cambios en la micción. Como regla general, la acumulación de sodio en el cuerpo provoca cambios graves en la micción, que pueden ocurrir debido a dos razones:
Consumir mucha sal hace que los riñones trabajen horas extras para poder sacarla del cuerpo. Esto puede provocar una enfermedad renal que, generalmente, hace que la micción sea más frecuente con orina que parece transparente o completamente transparente.
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Tener demasiado sodio en tu cuerpo puede ser el resultado de la pérdida de líquidos que a menudo conduce a la deshidratación. Cuando hay una pérdida significativa de agua en el cuerpo, tu producción de orina disminuye y se vuelve espesa y de color amarillo oscuro.
4. Dolor constante en los huesos. El consumo de sal puede ser un gran obstáculo para tener los huesos robustos.
Cuando comes demasiada sal común de mesa, tus riñones no pueden eliminarla por completo y esto aumenta enormemente la pérdida de calcio. Una deficiencia crónica de calcio puede dar como resultado huesos débiles, problemas con los dientes e incluso puede causar el desarrollo de osteoporosis.
5. Calambres musculares. Mantener el equilibrio adecuado de sodio y potasio es crucial para tu salud, ya que estos elementos químicos son responsables de la contracción muscular. Si se trastorna el equilibrio al usar en exceso un salero o consumir alimentos salados en demasía, puedes experimentar calambres, presión y dolor en los músculos.
6. Dolores de cabeza persistentes. El consumo excesivo de sodio aumenta el volumen de tu sangre para que ocupe más espacio en los vasos sanguíneos. Esta expansión de los vasos sanguíneos causa presión arterial alta (hipertensión) y como resultado, puede desencadenar dolores de cabeza severos.
7. Problemas cognitivos. La hipertensión causada por la alta ingesta de sal puede dañar las arterias que conducen al cerebro. Esto podría afectar tu capacidad para pensar con claridad y dificultar tu concentración en las tareas diarias. Además de eso, la deshidratación constante puede conducir a una memoria deficiente, una sensación de cansancio y un tiempo de reacción más lenta.
Fuente: http://www.newhealthguide.org/