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Conocida también como “el arroz andino”, es uno de los llamados “superalimentos” que nos brinda la naturaleza. Es un cereal de grano pequeño, con sabor que recuerda a las nueces, libre de gluten, que proporciona dosis saludables de fibras y nutrientes. Lo que hay que saber para cocinarla perfectamente.
Al igual que la papa, la quinua fue uno de los principales alimentos de los pueblos andinos preincaicos. Tradicionalmente, los granos de quinua se tuestan y con ellos se hace harina, con la cual se fabrican distintos tipos de panes. También pueden ser cocidos y añadidos a las sopas, usados como cereales o pastas, e incluso se fermenta para obtener cerveza o chicha, bebida tradicional de los Andes. Cuando se cuece, la quinua toma un sabor similar a la nuez.
Se cultiva en las Américas desde antes de la conquista española. Fue, de hecho, un alimento básico en la dieta de los antiguos incas, pero durante mucho tiempo estuvo prohibida por considerarla asociada a rituales paganos.
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Este cereal es cultivado hoy en día en varias zonas de Latinoamérica desde Perú, Bolivia hasta Ecuador, Chile, Colombia y Argentina. Es una planta anual que se adapta muy bien a las diferentes condiciones ambientales.
la quinua pertenece a la familia de las espinacas y es hermafrodita, o sea que se autofertiliza. Puede encontrarse hasta en los 4000 metros de altura sobre el nivel del mar, alcanza entre 1 y 3 metros de altura, sus flores son pequeñas y no tienen pétalos. Se da en colores amarillos, negros, rosados, blancos y naranjas.
La quinua: un alimento completo
La quinua es uno de los pocos alimentos de origen vegetal que es una proteína completa, lo que significa que aporta al organismo todos los 9 aminoácidos esenciales que precisa. Media taza de quinua cocida contiene 111 calorías, 2 gramos de grasas, 0 miligramos de colesterol, 4 gramos de proteínas y 3 gramos de fibras. Se recomienda como alimento en zonas muy frías por su alto valor calórico, da energía al cuerpo y es muy fácil de digerir.
Este grano se destaca por su riqueza en hierro, potasio y riboflavina. También posee varias de las vitaminas del complejo B, magnesio, zinc, cobre y otros. Es una de las mayores fuentes de proteína y contiene mayor cantidad de minerales como el fósforo, potasio, magnesio y calcio, que otros cereales.
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Su aporte de calcio es mayor que el de la leche y alberga hasta un 50 % más de proteínas que otros granos, por esto la Organización Mundial de la Salud (OMS) la calificó como un producto tan apreciable como la leche.
Tips para preparar la quinua perfecta
1. Enjuagarla bien. La quinua crece con una amarga capa protectora llamada saponina que, por suerte, se enjuaga fácilmente. La mayor parte de la quinua que se vende en los supermercados ya viene previamente enjuagada, pero un remojo rápido nunca viene mal. Para ello, colocar la quinua en un colador de malla fina bajo la canilla de agua fría durante unos segundos. Sacudir el exceso de agua y ya está lista para proceder con la cocción.
2. Tostarla para obtener mejor sabor. Tostar la quinua durante unos minutos antes de añadirla al agua hirviendo, le otorga un sabor a nuez aún más intenso. Necesitará 1 cucharada de aceite neutro por cada 1 y ½ tazas de quinua. Colocar en la sartén el aceite sobre fuego medio-bajo y cuando esté caliente añadir la quinua. Revolver constantemente para que no se queme, hasta que empiece a dorarse, unos 6 a 8 minutos.
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3. Cocinarla en otro líquido distinto de agua. Para cocinar la quinua, simplemente hay que revolverla en su líquido de elección, tapar y cocinar a fuego lento hasta que esté lista. La proporción es de 2 tazas de agua u otro líquido de cocción para 1 taza de quinua. El agua es lo más fácil, la opción más barata y saludable, es baja en sodio y, en general, gratuita. Otros productos como la sopa de pollo, champiñones o verduras pueden añadir un montón de sabor. Incluso se puede hidratar con ½ taza de vino blanco seco combinado con 1 y ½ taza de caldo por cada 1 taza de quinua.
4. Controlar el tiempo de cocción. La quinua se cocina rápidamente, en unos 20 minutos o menos. Algunas instrucciones del paquete dicen que hay que apagar el fuego una vez que el líquido hierve, remover los granos y la quinua estará lista. Otra forma consiste en calentar el líquido de cocción hasta que hierva, agregar la quinua y bajar el fuego al mínimo, tapar y cocinar a fuego lento hasta que todo el líquido se haya absorbido, aproximadamente 15 minutos. La quinua estará lista cuando los granos se abran y revelen el germen de su interior.
5. Separar los granos de quinua. Para que la quinua quede más esponjosa, una vez que se ha cocinado hay que usar un tenedor para separar bien los granos.