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Es sabido que alimentarse correctamente en el posoperatorio ayuda a reducir los dolores y el malestar físico, además de facilitar la adaptación del organismo al hecho de no tener vesícula. Esta alimentación rica en fibras ayudará también a mantener el control de la diarrea y evitará el estreñimiento, pero es normal que el intestino trabaje más lento durante los primeros días.
La vesícula biliar es un órgano muy pequeño situado debajo del hígado, cuya principal función consiste en almacenar la bilis producida por el hígado y verterla en el intestino delgado (duodeno) para facilitar la digestión de las grasas. Cuando se ingiere un alimento, se activan una serie de señales hormonales y nerviosas que provocan la expulsión de la bilis por parte de la vesícula biliar.
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Cuando una persona es operada de vesícula, una cirugía de extracción llamada colecistectomía, la bilis no tiene un lugar en el que almacenarse, de modo que el hígado va expulsando bilis continuamente al intestino delgado.
Esto afecta a la digestión de las grasas, al colesterol y las vitaminas liposolubles que, al no ser emulsionadas por la bilis, pasan más tiempo en el organismo, enlenteciendo la digestión. El exceso de grasas puede producir determinados síntomas, como gases, inflamación y diarrea.
Después de la cirugía de extracción de la vesícula es muy importante llevar una alimentación baja en grasas, evitando alimentos como carnes rojas, panceta, chorizos, chacinados y embutidos, manteca y frituras en general. Con el pasar del tiempo, el cuerpo se acostumbra a no tener la vesícula biliar, por lo que es posible volver a consumir los alimentos, pero cuidando de no abusar en la ingestión de grasas.
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Hábitos dietéticos para personas sin vesícula biliar
- Realizar cinco comidas al día y evitar que sean muy copiosas o grasas, con el objetivo de facilitar la digestión.
- Beber mucha agua al día. Las infusiones y jugos son recomendables, pero sin azúcar.
- Tomar abundantes verduras evitando las que produzcan flatulencia, como las coles, repollo y coliflor.
- De ser posible, comer fruta con el estómago vacío y esperar 20 minutos para comer otra cosa.
- Recurrir a los cereales integrales para combatir el estreñimiento. Las semillas molidas de lino o sésamo también pueden ayudar.
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- Como fuente principal de grasa se recomienda utilizar el aceite de oliva virgen. Otras fuentes permitidas son el aguacate y los frutos secos.
- Las carnes, pescados y lácteos no deben ser grasos. Carnes bajas en grasa, como pescados blancos, pollo sin piel y pavo, son las más recomendadas.
- Se puede consumir legumbres, como porotos, lentejas o garbanzos, pero en cantidades moderadas, ya que en exceso pueden producir gases. Una solución puede ser colarlas para eliminar su cáscara o piel, una vez hervidas.
- Las técnicas culinarias recomendadas son a la plancha, a la parrilla, al horno, al papillote, al vapor o al microondas.
Qué alimentos evitar luego de una operación de vesícula
Después de la extracción quirúrgica de la vesícula se deben evitar: carnes rojas, panceta, riñón, hígado, mollejas, corazón, salchichas, chorizos, morcilla, jamón, pescados enlatados en aceite, leche entera y derivados, quesos duros y cremosos, manteca, crema de leche, chocolate, coco, maní, tortas, pizza, comida rápida, frituras en general, productos industrializados ricos en grasa saturada como galletas rellenas, comida lista congelada, golosinas y helados de crema. También se debe evitar el consumo de bebidas alcohólicas.
A medida que la digestión mejora con la recuperación de la cirugía, se pueden ir introduciendo poco a poco los alimentos ricos en grasas en la dieta, según la tolerancia de cada individuo, especialmente aquellos que son ricos en grasas buenas como semillas de chía, linaza, frutos secos, salmón, atún y aceite de oliva.
Normalmente es posible tener una alimentación normal algunos meses después de la cirugía. Más del 90 % de las personas que son operadas de vesícula pueden volver a realizar una alimentación normal en poco tiempo, ya que el cuerpo se adapta con facilidad.
¿Al quitar la vesícula se aumenta o se baja de peso?
El organismo necesita pasar por un período de adaptación para aprender a digerir bien los alimentos con alto contenido de grasa. Al inicio, la persona puede bajar de peso debido a las modificaciones que se realizan en la alimentación, la cual pasa a ser baja en grasas y rica en frutas, vegetales y alimentos integrales. Si esa alimentación saludable se mantiene, la pérdida de peso podrá ser definitiva.
Sin embargo, el aumento de peso después de la extirpación de la vesícula también es común, ya que la persona después de la fase de adaptación no siente dolor al comer y comienza a ingerir alimentos en mayor cantidad. Además de esto, vuelve a consumir con frecuencia alimentos ricos en grasa que también van a favorecer la ganancia de peso.