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Las bebidas alcohólicas son zumos fermentados que contienen alcohol (etanol). Dentro de este grupo se incluyen vinos, cervezas, sidras, vermuts, anisados, cavas y champagnes, licores y aguardientes. A su vez se dividen entre bebidas fermentadas y bebidas destiladas.
Que es la graduación alcohólica
La principal diferencia entre una bebida fermentada y una destilada se debe a la graduación de alcohol que poseen. Un grado de graduación alcohólica se refiere a cada unidad de porcentaje de alcohol en el volumen total de la bebida; esto quiere decir que un vino (bebida fermentada) que tenga una graduación de 13,5° contiene un 13,5 % de alcohol, o sea, hay 135 ml de alcohol en un litro, aunque dicha graduación puede disminuir si se mezcla con refrescos u otras bebidas no alcohólicas.
Qué son las bebidas fermentadas
Las bebidas alcohólicas fermentadas son aquellas que se obtienen al transformar el azúcar proveniente de algunas frutas (vinos, sidras), la raíz o el grano de algunas plantas (cerveza) en alcohol. Mediante dicho procedimiento es difícil conseguir bebidas con más de 17 grados de alcohol, debido a que el propio alcohol producido mata a la levadura e impide que la misma continúe fermentado las bebidas. De esta manera su contenido de alcohol oscila únicamente entre los 5 y 15 grados.
Qué son las bebidas destiladas
Las bebidas destiladas, en cambio, se obtienen por destilación o maceración de las bebidas fermentadas, con lo que se consigue aumentar el porcentaje de alcohol. Dentro de estas se encuentran los llamados licores (ginebra, whisky, vodka, ron, etc), los cuales contienen una alta concentración de alcohol, en torno a los 40 grados.
¿Cuántas calorías tiene el alcohol?
El contenido de alcohol en dichas bebidas no sólo interviene en el efecto que tengan estas sobre el organismo, sino que dicta además la cantidad de calorías que aportan estas a la dieta. A diferencia de lo que muchas personas piensan, el alcohol contribuye con energía a la dieta. El alcohol aporta 7 kcal por gramo, casi lo mismo que las grasas (9 kcal/g) y casi el doble que las proteínas (4 kcal/g) y los hidratos de carbono (4 kcal/g). Son llamadas “calorías vacías” debido a que no cumplen ninguna función importante dentro del organismo, ni aportan ningún nutriente esencial, ni proteínas, ni vitaminas.
En nuestro cuerpo, el alcohol no puede ser oxidado o ‘digerido” debido a que nuestras células no cuentan con dicho mecanismo, de esta manera nuestro hígado lo transforma en grasa la cual se almacena ahí (en el hígado) o en el tejido adiposo (tejido graso de nuestro cuerpo).
Como se puede ver, las bebidas alcohólicas no son libres de calorías, muy por el contrario, tienen un aporte de energía similar al de las grasas (donde cada gramo aporta 9 Kcal) y se almacenan como tales dentro de nuestro organismo. De esta manera, entre mayor cantidad de alcohol posea una bebida, mayor será su aporte en energía y por ende su acumulación como grasa en nuestro cuerpo. Los licores o bebidas destiladas aportan una mayor cantidad de energía que las fermentadas debido a su mayor contenido de alcohol. por ejemplo, dos vasos de whisky de 100 ml cada uno tienen casi 500 kcal. Y si mezcla el alcohol con refrescos o jugos azucarados, aumenta el aporte calórico.
¿Cuáles son las mejores opciones para beber?
Cerveza, vino y espumante o champán. Si bebe vino durante la cena, beba una copa de agua entre cada copa de vino, así reduce el consumo de alcohol a la mitad. Si bebe cerveza, tómela “clara”, mezclada con gaseosa sin azúcar.
Por Dra. María Hernández (Doctora egresada de la Universidad de Costa Rica. Director médico de GM Medical Center).
Fuente: www.grupomedal.com