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Desde sus inicios, la UIP ha evolucionado significativamente. En sus primeros años, el país enfrentaba los efectos de la Guerra del Chaco, lo que llevó a la organización a trabajar en un entorno con poca infraestructura y recursos limitados.
A lo largo del tiempo, el gremio ha sido un actor crucial en la creación de políticas públicas, así como en la obtención de financiamiento para las empresas paraguayas. Durante las décadas de 1970 y 1980, se consolidó como un interlocutor importante con el gobierno, impulsando cambios legislativos que fomentaron la industrialización.
Actualmente, la UIP cuenta con 1.500 empresas socias y 95 gremios, posicionándose como un referente clave en el ámbito industrial. Asimismo, enfatizó los principales retos que ha enfrentado la UIP bajo su liderazgo, especialmente aquellos relacionados con la diversificación industrial y el acceso a mercados. Señaló que, para que Paraguay alcance los niveles de desarrollo de países con rentas altas, es fundamental fortalecer su industria.
“El desafío constante de la UIP ha sido lograr que se generen las condiciones para el fortalecimiento, la tecnificación y diversificación de la industria paraguaya, y convertirla así en el verdadero motor de desarrollo económico”, afirmó.
Uno de los principales desafíos recientes ha sido la lucha contra la informalidad y el contrabando, factores que afectan negativamente a la competitividad de las empresas formales. La UIP también ha trabajado en la mejora de la previsibilidad jurídica y en la obtención de la ley de Superintendencia de Jubilaciones y Pensiones, aspectos claves para garantizar la estabilidad económica a largo plazo.
En cuanto al futuro del sector industrial paraguayo, Duarte identificó a la agroindustria, la metalurgia y la maquila industrial como los sectores con mayor crecimiento a corto plazo. Sin embargo, subrayó que, a mediano y largo plazo, existen grandes oportunidades en industrias emergentes como la bioenergía, el hidrógeno y el amoníaco verde, así como en la energía fotovoltaica.
La UIP alcanzó un importante fortalecimiento institucional, que le permitió implementar programas de capacitación que promuevan la adopción de nuevas tecnologías. Además, colabora activamente en iniciativas público-privadas y en alianza con organismos multilaterales para impulsar la formalización, la innovación, la responsabilidad ambiental y la competitividad de la industria paraguaya.
Uno de los actores claves para el desarrollo de estas iniciativas ha sido la Unión Europea, a través del Programa MiPYME COMPITE, con el que se llegó a cerca de 400 mipymes a nivel nacional, fortaleciéndolas mediante asistencias técnicas con el apoyo de la ONUDl, optimizando sus procesos de producción, aumentando fuentes de trabajo formales y abriendo nuevos mercados tanto a nivel nacional como internacional. Otro tema relevante es el Mercosur, como mercado clave para las exportaciones paraguayas.
Duarte expresó su visión optimista respecto a la integración regional, aunque reconoció los desafíos que persisten en el ámbito del comercio exterior. “Soñamos un Mercosur distinto al hecho de ser solamente una unión aduanera imperfecta, pues representa el mercado natural para nuestra industria”, señaló. La UIP continúa trabajando en la diplomacia regional para eliminar las barreras no arancelarias que limitan el acceso de los productos paraguayos a los mercados de los países vecinos.
Finalmente, compartió sus proyecciones sobre el crecimiento del sector industrial en los próximos años. En sus palabras, la industria podría superar el 30% del Producto Interno Bruto (PIB) en el futuro cercano, siempre que se mantenga el compromiso con la sostenibilidad y se continúe mejorando la competitividad de las empresas paraguayas. “Ambicionamos tener las condiciones y una inversión industrial que pueda conducirnos a niveles de los países desarrollados”, concluyó, reafirmando el compromiso de la UIP con el desarrollo a largo plazo del país.