Todo sobre la alergia al polen

Las causas están poco claras y las opciones de tratamiento son largas y complicadas. La alergia al polen plantea muchos quebraderos de cabeza a los expertos y supone un fastidio, que en algunos casos roza el sufrimiento, para los afectados.

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El catedrático de la Universidad Técnica de Munich y director del Centro de Alergia y Medio Ambiente (ZAUM), Carsten Schmidt-Weber, responde a las preguntas más relevantes sobre la alergia al polen.

¿Qué es exactamente la alergia al polen?

Los médicos hablan de rinitis alérgica, una inflamación de la mucosa nasal causada por alergias. Esta enfermedad puede ser desencadenada, por ejemplo, por los ácaros del polvo doméstico, pero también por el polen de las plantas. "El término alergia al polen se refiere en teoría a las gramíneas", pero también incluye el polen que procede de los árboles y del que nadie habla, explica el profesor Schmidt-Weber.

¿Cuándo hay más polen?

Algunos países cuentan con una calendario sobre la concentración de polen en el aire. La mayoría de los pólenes se detectan en la primavera, pero en realidad no hay ninguna estación del año que se libre de estos diminutos granos de las flores. Depende siempre de la floración de cada planta, lo que significa que hay personas que tienen que lidiar con esa alergia casi todo el año, explica el profesor.

¿A quiénes afecta?

El catedrático habla de un factor urbano-rural. La alergia al polen es más frecuente en las concentraciones urbanas. Sin embargo, las causas de este fenómeno no están claras. Además, en algunos casos esta alergia es hereditaria. "Si uno de los padres ya la padece, el hijo corre un mayor riesgo de desarrollarla", señaló el experto. "Sin embargo, no hay garantía alguna de que se libre de ella si los padres no las padecen".

¿Las alergias pueden cambiar con el paso del tiempo?

Sí, pero no necesariamente tiene que hacerlo de forma reversible. "No se tiene que desarrollar alergia a algo desde el principio, la dolencia puede aparecer en cualquier momento, incluso cuando se han cumplido los 30 o los 75", señala Schmidt-Weber. También es frecuente que con el tiempo se desarrollen más alergias, como a los ácaros del polvo doméstico. Se pueden dar casos de alergias que resurgen tras haber desaparecido, pero todavía no se han documentado de forma fiable.

¿Cómo puedo saber si tengo alergia al polen?

Los alergólogos hacen diferentes tipos de pruebas, principalmente en la piel o en la nariz. Los afectados no sólo pueden padecer alergia al polen, sino también otras alergias cruzadas, que están asociadas a la del polen. Por lo general, la alergia al polen es muy particular, casi todos los pacientes reaccionan de manera diferente. Sin embargo, las alergias aisladas son poco frecuentes. La mayoría de las personas alérgicas estornudan y tosen con varios tipos de polen.

¿Qué son las alergias cruzadas?

Una alergia a determinado polen suele ir acompañada de una alergia a determinados alimentos, ya que los alérgenos que contiene, es decir, los desencadenantes de la alergia, son muy similares. "Por ejemplo, una persona que sea alérgica al abedul probablemente también tendrá problemas con avellanas, manzanas o zanahorias", explica Schmidt-Weber. Los síntomas típicos son picor en los labios, lengua, paladar, garganta o incluso en los conductos auditivos. También son frecuentes las molestias gastrointestinales o la hinchazón, como el dolor abdominal o los vómitos.

¿Qué tan peligrosa es la alergia al polen?

Depende. "Por ahora la rinitis alérgica es una fastidiosa molestia", señala Schmidt-Weber, quien seguidamente apostilla que la dolencia supone una pérdida de calidad de vida. Según las investigaciones, esta situación puede tener un efecto en las calificaciones de los estudiantes, por ejemplo. Sin embargo, la rinitis sólo se vuelve peligrosa cuando se amplifica hasta convertirse en una asma alérgico, momento en el cual se requiere un tratamiento.

¿Qué ayuda contra alergia al polen?

A largo plazo, la alergia al polen puede tratarse con inmunoterapia o hiposensibilización. Schmidt-Weber lo recomienda incluso para la rinitis, antes de que se convierta en asma. Los síntomas se pueden tratar con pastillas, aerosoles nasales o gotas para los ojos. Sin embargo, estos antihistamínicos tienen efectos secundarios, sobre todo la fatiga. "Esto quizás se pueda evitar tomando esta medicación por la noche", dice Schmidt-Weber. Además, alternativas como los aerosoles de cortisona contra la alergia al polen ahora también están disponibles sin receta médica.

¿También es posible sin medicación?

Eso depende de la gravedad de la alergia y de la cantidad de polen en el aire. Los afectados apenas pueden evitar los patógenos en la vida diaria, "pero puede haber métodos que ayuden en casos individuales", recuerda Schmidt-Weber. Por ejemplo, puede ser útil lavarse el cabello por la noche o no guardar la ropa que se usa durante el día en el dormitorio. O ventilar una habitación sólo abriendo un poco la ventana, para dejar entrar la menor cantidad de polen posible en la vivienda. En caso de duda, conviene simplemente ir probando.

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