¿Te bloqueas ante ciertas situaciones? ¡Que fluya tu potencial!

En realidad no tendría por qué ser un problema: el tema lo dominas, tienes un artículo para presentar, lo has pensado mil veces y... sin embargo, justo antes de comenzar, te asaltan unos nervios tremendos.

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Muchos sienten un nerviosismo incontenible cuando tienen que presentarse un público, no es algo poco habitual, pero hay personas que no sólo se sienten nerviosas, sino que además empiezan a transpirar, a tener taquicardia, a temblar y a sentirse mentalmente bloqueadas.

Algunas personas tienen que lidiar con este tipo de bloqueos internos todo el tiempo. "Se disparan casi automáticamente, por algo subconsciente", explica la coach Ute Gietzen-Wieland. En principio son angustias que pueden aparecer en momentos muy distintos, sea porque uno tiene que rendir un examen, tomar un avión o presentar algo sobre un escenario. La consecuencia inmediata es terrible: los afectados dejan de hacer muchas de las cosas que podrían, los bloqueos los llevan a quedar estancados muy por debajo de su nivel.

"El problema no queda resuelto si sólo recurrimos a medicamentos que aplaquen estos temores", advierte Bernhard Tille, que también trabaja como coach, y evitar las situaciones críticas tampoco es una solución. ¿Entonces qué podemos hacer? ¿Cuál sería el camino? "Lo fundamental es reconocer cómo se forman esos bloqueos y de dónde vienen", considera Tille.

Todos podemos dar un primer paso solos. Podemos sentarnos y apuntar qué sentimos ante una situación determinada. ¿Qué es concretamente lo que nos da tanto miedo? ¿No gustar? ¿No caerles bien a los demás? ¿Que se rían de nosotros?

"Muchas veces esos bloqueos tienen su raíz en alguna experiencia de nuestra infancia que no hemos procesado bien", explica la psicóloga Cora Besser-Siegmund de Hamburgo. Puede que se hayan enquistado en nuestro subconsciente justamente por ser una carga muy pesada o hasta traumática, y su peso es tal que nos sigue bloqueando décadas después.

Besser-Siegmund nos da un ejemplo: una pianista que tenía bastante éxito se bloqueó de repente en medio de un concierto. Logró dar con la causa trabajando con un coach. Los bloqueos le ocurrían cuando tenía que tocar pasajes prolongados muy fuertes, que sin querer le recordaban a momentos de la infancia, cuando su padre se enojaba al oírla practicar porque trabajaba de noche y quería dormir.

Pero los bloqueos también pueden surgir por ser negativos cuando pensamos en nosotros mismos. Si estamos convencidos de que algo no nos saldrá, probablemente no nos salga. Es una profecía autocumplida. El coaching puede ser un camino de salida, pero a veces también es necesario hacer una terapia que vaya un poco más allá, sea más profunda e invierta esos pensamientos.

Luego hay herramientas que uno puede implementar en el momento, sea de respiración o de "wingwave", "un coaching especial que intenta operar desde el sistema límbico, en el cerebro, que es donde se produce el estrés", explica Gietzen-Wieland. El paciente describe la situación en la que se bloquea. Se detectan los disparadores y las emociones asociadas a ese momento y luego el coach empuja al paciente a ese tipo de estímulos para poder hacer su nuevo entrenamiento mental. Se trata de conectar las zonas lógicas y las emocionales del cerebro. Porque, por continuar con el ejemplo: muchas veces sabemos que no debemos tener miedo, entonces se trata de conectar ese conocimiento con la emoción que nos dice lo contrario.

Si uno padece bloqueos, más vale afrontarlos pronto. Cuanto antes, mejor, porque en definitiva lo que hacen es bloquear la energía vital y no dejarnos vivir todo nuestro potencial.

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