Cargando...
- Crear estructuras: La concentración es un tema de preparación. Hay que tener en cuenta que a la hora de estudiar, el balance es clave. Si se los prepara con antelación, se puede sobrevivir incluso a los largos días de estudio en la universidad. Si no se puede acortar un poco la jornada de estudio, es importante planificar pausas. Por otro lado, conviene no planificar más de dos días extralargos de estudio a la semana.
- Mantenerse en movimiento: En situaciones de estrés, el cerebro se coloca en un modo de supervivencia para el cual el organismo humano conoce tres reacciones posibles: huir, atacar o quebrarse. Si uno está en ese modo, es difícil que pueda aprender. Por eso, si se sufre un bloqueo, es mejor eliminar la hormona que genera estrés en vez de estar petrificado delante de los libros. Para ello basta con 30 minutos de movimiento al día.
- Conocer las inyecciones de energía: Moverse no sólo ayuda a la concentración a largo plazo, sino que los ejercicios correctos pueden servir incluso para superar vacíos motivacionales cortos. Por ejemplo: quienes estudian se pueden poner de puntas de pie o llevar la mano derecha al pie izquierdo. Se suele decir que 10 minutos de movimientos cruzados pueden generar 60 minutos de concentración. El calor y un ambiente mal ventilado también pueden causar problemas de concentración. Por eso, si le está costando concentrarse, abra las ventanas y deje entrar el aire fresco.
- Establecer prioridades: Un clásico entre los generadores de estrés es el tiempo, o mejor dicho, la falta de tiempo. Planificar bien y las buenas estructuras ayudan a contrarrestar esto: si se organizan, por ejemplo, breves periodos de estudio al inicio del semestre, no hay que estar trasnochando los últimos días antes del examen. ¿Pero qué pasa si ya es muy tarde y no se llega con todo el material de estudio para el examen? En ese caso, lo mejor es tomar decisiones valientes: en vez de estudiar más o menos para cinco materias, concentrarse en una o dos.
- Hacer pausas para relajarse: Cada tanto, hay que relajarse un poco. Si bien suena simple, es muy difícil para algunas personas. Los ejercicios de relajación muscular progresiva pueden ayudar a eliminar el estrés y liberar energías. Una vez que se está entrenado, se puede aligerar un día difícil de estudio con pequeñas pausitas de relajación. Esto no tiene por qué se tan complicado: basta con prestar atención a la propia respiración o tratar de pensar en una imagen agradable.
- Alimentarse de forma balanceada: Las nueces son una buena fuente de energía. Sin embargo, lo mejor para la concentración es tener hábitos alimenticios saludables de forma regular. Se recomienda hacer cinco comidas al día, tres más grandes y dos colaciones, y comer muchas verduras y frutas. También es importante ir repartiendo las vitaminas y energías a lo largo del día, ya que sólo pueden almacenarse en parte.