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En resumidas cuentas, lo importante es que, si uno tiene la piel seca utilice cremas grasas, mientras que las pieles grasas requerirán cremas más bien humectantes.
Por lo general para lavarse la cara es suficiente el agua de la canilla. Una vez al día puede aplicarse un gel de limpieza liviano, que es menos alcáico que los jabones y por ende no destruye la protección ácida natural de la piel.
Es importante limpiar bien el rostro, sobre todo antes de maquillarse. El agua tibia ayudará a desengrasar la superficie, señala el dermatólogo Christoph Liebich.
Si están saliendo muchos granitos o comedones, no está de más visitar un dermatólogo que te asesore sobre el acné en tu tipo de piel. Puede que la crema que estás usando esté teniendo un efecto contraproducente.